La borrasca Laurence ha activado este lunes avisos meteorológicos en ocho comunidades debido a nieve, lluvias, frío y fuerte oleaje. En Canarias, la alerta se centra en fenómenos costeros adversos, con riesgo de inundaciones y olas que podrían alcanzar los 12 metros de altura.

El archipiélago canario, con excepción de La Gomera, se encuentra bajo aviso naranja por el fuerte oleaje y el empeoramiento progresivo del estado del mar. Según la previsión meteorológica, se espera mar combinada del noroeste, con olas que podrían oscilar entre los cuatro y seis metros, mientras que la altura máxima alcanzaría los 12 metros en determinados momentos del día.

Alerta naranja

Ante esta situación, el Gobierno de Canarias ha declarado la situación de alerta por fenómenos costeros en todas las islas y la prealerta por riesgo de inundaciones a partir de las 12:00 horas de este lunes. La Dirección General de Emergencias ha hecho un llamamiento a la población para que extreme las precauciones en las zonas costeras y siga las recomendaciones de autoprotección.

El viento soplará del noreste con rachas de hasta 38 kilómetros por hora, intensificándose en el canal marítimo entre La Gomera y Tenerife, donde podrían alcanzar los 61 kilómetros por hora. Para el martes, 18 de marzo, se prevé un cambio en la dirección del viento, que pasará a ser del noroeste o de componente norte, con intensidades de entre 28 y 38 kilómetros por hora durante la madrugada.

Inundaciones y oleaje

El empeoramiento del mar será progresivo, lo que llevará a Canarias a mantenerse en prealerta, pasando a alerta oficial desde el mediodía del lunes. Además, se prevé que el fuerte oleaje provoque inundaciones en zonas de baño, paseos marítimos y carreteras cercanas a la costa, especialmente en las horas próximas a la pleamar.

Las olas de hasta 12 metros en Canarias se deben a una combinación de factores meteorológicos adversos asociados a esta borrasca. Entre las principales causas destacan la mar combinada del noroeste, los vientos fuertes, el cambio en la dirección del viento y las condiciones oceánicas de Canarias —el relieve submarino de Canarias y la ausencia de una plataforma continental extensa hacen que las olas lleguen con más fuerza a la costa sin disiparse demasiado antes de impactar en tierra—.