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Caridad Cuyas fue la primera mujer presidenta de la Asociación de consignatarios y estibadores de Las Palmas (ASOCELPA) / AH

Caridad Cuyás: “Han tardado, pero por fin hay una mujer presidenta de la Autoridad Portuaria”

Pionera en su área, fue la primera mujer presidenta de la Asociación de Consignatarios y Estibadores de Las Palmas (ASOCELPA), cuando todavía el sector "no estaba preparado" para ello

Hay mujeres que abrieron el camino en un mundo de hombres. Puede que al principio “con miedo y las piernas temblando”, pero dispuesta a demostrar su valía y su pasión por su trabajo. Así fue Caridad Cuyás, la primera mujer presidenta de la Asociación de Consignatarios y Estibadores de Las Palmas (ASOCELPA), en 2003. 

Una mujer pionera en su área, entró en el mundo portuario en 1980 y, tras el fallecimiento de su hermano en 1985, asumió la dirección de Consignaciones Cuyás. En una charla con Atlántico Hoy, Cuyás recuerda sus primeros años en el Puerto de La Luz y valora la evolución de la figura de la mujer dentro del sector. 

“No estaban preparados”

[Pregunta] ¿Cómo fue su llegada al sector portuario?

[Respuesta] Al principio, cuando asumí la presidencia de la compañía, incluso mi familia dudaba de que pudiera llevar la empresa, así que pedí un plazo de prueba de uno o dos años. Finalmente, seguí adelante. Gracias a Dios la vida me fue dando espacios importantes para poder realizar mi trayectoria. 

Alejandro Marichal y Caridad Cuyás, que posa con el premio Atlante. / AH

¿Y el proceso hasta convertirse en la primera mujer presidenta de la Asociación de Consignatarios y Estibadores?

En 1990 me uní a la Asociación de Consignatarios como socia y recuerdo la primera reunión: una mesa enorme llena de hombres. Entré temblando, sintiendo que estaba ante un tribunal de examen. Para ellos también fue un choque tener a una mujer allí, pero con el tiempo nos adaptamos mutuamente. Mi estrategia fue escuchar mucho y aprender antes de hablar.

En 1993 fui nombrada vicepresidenta, lo que demostró que confiaban en mí. Durante diez años ocupé ese cargo hasta que en 2003 me propusieron para la presidencia. Fue una decisión difícil porque suponía abrir camino a las mujeres en un sector muy masculinizado. Estuve en el cargo hasta 2005. Ahora, con la perspectiva del tiempo, creo que la asociación no estaba realmente preparada para una presidenta mujer. Algunos se arrepintieron de haberme dado su voto, no por mi gestión, sino por ser mujer.

Un mundo exigente y competitivo

Durante su carrera, ¿se encontró con obstáculos o dificultades por ser mujer?

Claro, hubo momentos duros. Hubo personas a las que traté con especial respeto y que luego me pusieron la zancadilla. Pero siempre seguí adelante. Algo que defiendo a capa y espada es que para dirigir una empresa, sea hombre o mujer, se necesita un buen equipo. Nada se logra solo. Hay que tener buen ojo para las personas que te rodean. El mundo del puerto es exigente y competitivo, de mucha lucha, como otros sectores. Lo que pasa es que hay sectores que son más proclives a que una mujer esté a sus anchas. Y en este sector portuario, pues no estás tan a tus anchas. Pero he sido muy feliz desarrollándome allí.

Desde su posición, ¿intentó fomentar la participación de más mujeres en el puerto?

Por supuesto. Fundé la Asociación de Empresarias Portuarias (AEPOR) para apoyar a empresarias y directivas del sector. Organizamos jornadas de formación, incluyendo capacitación en manejo de maquinaria para almacenes. En un viaje a Finlandia, vi a mujeres estibadoras. Y me dije que si ahí podían, en Las Palmas también. También intentamos crear una guardería en el puerto para facilitar la conciliación familiar, pero lamentablemente no se concretó. Sin embargo, hicimos mucho para visibilizar a la mujer en el puerto.

“El puerto también es cosa de mujeres”

Ese camino que abrió a las mujeres parece que se ha asentado y, por ejemplo, la propia presidencia de la Autoridad Portuaria de Las Palmas la ocupa una mujer.

Sí, gracias a Dios. Siempre lo mencionaba en mis intervenciones públicas, preguntando cuándo nombrarían a una presidenta para la Autoridad Portuaria. Se lo planteé a todos los partidos políticos, ya que esta decisión depende del Gobierno de Canarias. Y por fin llegó ese día. Estoy muy contenta porque Beatriz Calzada es una mujer muy capacitada. 

¿Cuál es su reflexión sobre el cambio que ha experimentado el puerto en cuanto a la participación de la mujer?

El puerto es mi segunda casa y es una maravilla ver su crecimiento. Antes era un espacio exclusivamente masculino, pero hoy las mujeres han demostrado su valía. En este momento tenemos a Beatriz Calzada en la Autoridad Portuaria y a Carmen Moreno, como presidenta de ASOCELPA. Han tardado mucho, pero nunca es tarde si la dicha es buena. El puerto también es cosa de mujeres y mucho de lo que se hace es a través de ellas. 

¿Considera que las mujeres ya han conquistado su espacio en el puerto?

Sí, el posicionamiento de la mujer en el puerto ya está consolidado. Pero lo importante es que quien asuma un cargo tenga la capacidad necesaria, sin importar su género. La preparación es clave: estudios, idiomas y voluntad. La mujer que esté capacitada puede alcanzar cualquier posición, igual que un hombre.