La mañana de este jueves deja la noticia de un suceso dantesco en Tenerife con el caso de Boli, un perro que fue decapitado y cuya cabeza fue depositada en la puerta de la propia casa de sus dueños.
Tanto la protectora Adóptame4Huellitas y el activista Cristo Gil han compartido este hecho a través de sus redes sociales. A petición de la familia también han difundido las terribles imágenes con el objetivo de que "llegue lo más lejos posible".
La situación, que ha despertado la indignación colectiva, se ha llevado hasta la plataforma Change.org donde piden justicia para Boli y la "urgente necesidad de leyes más estrictas y severas para el maltrato animal". A continuación se adjunta una publicación sobre el caso, donde aparecen imágenes explícitas y no aptas para personas sensibles:
Denuncia
Según recoge la protectora en redes sociales, la dueña del perro se encontró con la terrible escena al llegar de trabajar comprobando además que había una ventana rota.
Gil, también a través de sus perfiles en redes, aseguraba que “era una de las peores imágenes que le han llegado a lo largo de estos años” y que se encontraba sin palabras ante “las barbaridades que se la hacen a los animales en estas Islas”.