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Playa de Caleta de Sebo en La Graciosa, una de las playas que ha recibido una bandera negra / TURISMO LANZAROTE

Cinco playas canarias reciben una bandera negra como castigo por la mala gestión

Ecologistas en Acción ha publicado su informe anual de las 48 playas del litoral español que reciben una bandera negra por contaminación y mala gestión, entre las que destacan las Islas

Canarias ha recibido un total de cinco banderas negras de las 48 que otorga a nivel nacional Ecologistas en Acción por casos graves de contaminación o mala gestión ambiental. La organización difunde cada verano desde 2005 un informe con el objetivo de visibilizar los impactos más alarmantes sobre el medio costero.

En el caso del archipiélago, las distinciones se reparten entre las islas de Tenerife, La Graciosa y Fuerteventura, entre ellos el caso de Playa Jardín (Puerto de la Cruz) o dos playas de la isla chinija. 

Playa Jardín 

La primera de las banderas ha sido concedida a Playa Jardín, en Puerto de la Cruz, por contaminación persistente derivada de vertidos de aguas residuales. Según el informe, la playa lleva cerrada desde julio de 2024 — recién acaban de reabrirla al baño — debido a la mala calidad de sus aguas, afectadas por los vertidos de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) del Valle de La Orotava, que da servicio a tres municipios.

Ecologista en Acción denuncia que a pesar de las obras de emergencia en curso, la solución definitiva —modernización de la EDAR, sustitución del emisario y mejora de la red de saneamiento— sigue pendiente. Por lo que la organización califica el caso como "ejemplo flagrante de desidia institucional", ya que desde 2020 se han notificado fugas y problemas sin que las administraciones hayan adoptado medidas eficaces. El asunto se encuentra actualmente bajo investigación de la Fiscalía de Medio Ambiente de Santa Cruz de Tenerife.

Playa Jardín, en Puerto de la cruz, cerrada al baño durante más de once meses. AH

Cuna del Alma

La segunda bandera en la isla ha sido asignada por mala gestión a los proyectos urbanísticos Cuna del Alma y Underwater Garden, en el suroeste de Tenerife. Cuna del Alma, en El Puertito de Adeje, es descrito como un “macroproyecto destructor de hábitats costeros y patrimonio arqueológico” que ha generado una gran movilización ciudadana y ecologista. A pesar de haber sido paralizado en 2022, las obras se reanudaron en 2024 con el respaldo del actual Gobierno autonómico.

Por su parte, el proyecto Underwater Garden, en Guía de Isora, también es señalado como una maniobra de especulación disfrazada de sostenibilidad, que amenaza espacios protegidos como la Zona de Especial Conservación Teno-Rasca, hábitat clave de cetáceos, según recoge el informe. 

Playas de La Graciosa

La isla de La Graciosa, dependiente administrativamente de Lanzarote, también ha sido objeto de críticas. Ecologistas en Acción ha concedido una bandera negra por contaminación a las playas de Caleta de Sebo y Playa Francesa, debido a la saturación turística y la mala gestión del uso público.

El informe apunta que en Caleta de Sebo, el tránsito de embarcaciones y la ausencia de control sobre vertidos han deteriorado de manera grave la calidad del agua y los fondos marinos. Playa La Francesa, por su parte, sigue recibiendo embarcaciones recreativas que celebran fiestas, alimentan fauna marina y generan residuos que quedan esparcidos en un entorno natural protegido.

Imagen de archivo de uno de los hoteles del grupo Riu situados dentro de las Dunas de Corralejo, en Fuerteventura / EFE

Dunas de Corralejo

La cuarta bandera ha recaído en Fuerteventura, por mala gestión urbanística, específicamente por la ocupación ilegal de Dominios Públicos Marítimos Terrestres (DPMT) por parte del Hotel RIU Tres Islas, en el Parque Natural de las Dunas de Corralejo.

El informe denuncia que la empresa gestora del hotel ha incumplido reiteradamente las condiciones de la concesión, ampliando edificaciones y vertiendo aguas residuales sin tratar al mar. A pesar de los expedientes sancionadores y órdenes de restitución emitidas desde 2008, la situación no ha sido corregida.

Posibles soluciones 

Para todas las localizaciones que se han merecido una bandera negra, la organización propone una serie de medidas que aborden los principales problemas para reforzar la protección ambiental. 

Para casos como Playa Jardín (Tenerife), plantean modernizar la depuradora, sustituir el emisario submarino, mejorar la red de saneamiento y aplicar tratamientos más eficaces. En La Graciosa, sugieren regular los usos turísticos, controlar vertidos, restringir eventos masivos y reforzar la vigilancia ambiental, tanto en tierra como en mar.

En los casos de mala gestión, como los proyectos urbanísticos de Cuna del Alma y Underwater Garden, exigen su paralización, la compra pública de los terrenos y su integración en espacios protegidos. También proponen sancionar las irregularidades y evitar que se prioricen proyectos especulativos. En el caso del Hotel RIU Tres Islas, piden la caducidad de la concesión, restaurar el entorno y eliminar los vertidos ilegales, priorizando siempre la conservación del patrimonio natural.

Un problema mucho mayor 

De todas formas, Ecologistas en Acción insiste en que estas cuatro banderas son solo una muestra representativa, y que el número real de casos de mala gestión o contaminación en las costas canarias podría ser mucho mayor. 

Con este informe, la confederación llama a las administraciones públicas a actuar con urgencia y responsabilidad, especialmente en un contexto de creciente presión turística, emergencia climática y pérdida acelerada de biodiversidad.