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Sociedad

Cinco profesiones que solo existen en Canarias: extraer savia, silbar o recolectar insectos

Cada vez son menos los canarios que se dedican a estas profesiones especiales que reflejan la idiosincrasia del Archipiélago

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Imagen de un silbador en La Gomera / TURISMO CANARIAS

De Canarias —tierra de contrastes y diversidad—, emergen ocupaciones únicas que reflejan la interacción entre la cultura local y su entorno geográfico. Estas cinco profesiones exclusivas de la región no solo ilustran la adaptación de las personas a las particularidades insulares, sino que también demuestran la habilidad humana para aprovechar los recursos naturales.

Las profesiones típicas de Canarias están en peligro. Cada vez son menos las personas que dedican su vida a profesiones especiales que reflejan la idiosincrasia de una región ultraperiférica vencidas ante el nuevo estilo de vida, cada vez más diferente al de antaño. Aún así, todavía quedan personas comprometidas con el patrimonio canario y que luchan día a día contracorriente para mantenerlo intacto. 

Imagen de silbador profesional, guarapero, recolector de cochinilla, molinero y guachinchero / MONTAJE AH

Cinco profesiones canarias 

Hay gente a la que silbar se le resiste. "¿Tú sabes silbar?", la respuesta en la isla de La Gomera es siempre la misma: sí. La orografía de Canarias ha obligado a los canarios y canarias a comunicarse en esta Isla a través del silbido a lo largo de la  historia, es un lenguaje que a día de hoy se sigue empleando, aunque en menor medida, y para que no pase al olvido los silbadores profesionales se encargan de transmitir esta tradición y lenguaje generación a generación. Además, es una asignatura obligatoria en los colegios impartida por esos monitores acreditados. 

En la misma Isla se desarrolla otra profesión 100% canaria. Consiste en trepar por las palmeras para sacarle desde la parte alta donde se encuentran las hojas toda la sangre de la palmera, es decir la savia o el guarapo, que le da nombre al profesional: guarapero. Posteriormente ese jugo de sabor dulce se emplea en postres como el mousse de gofio o la torta de cuajada, ambos son dulces típicos de marca canaria. 

Hay otra profesión canaria que tiene que ver con recolectar, en este caso insectos. No es un insecto cualquiera, se trata de la cochinilla, tradicional de Lanzarote. De ella emerge un color carmín que se emplea para el propio pintalabios o para teñir tejidos en ese tono rojizo y se suelen encontrar en las tuneras. Este insecto fue tan importante para Canarias que en el siglo XIX fue la primera industria pero a día de hoy casi no quedan recolectores. 

El gofio es un imprescindible para cualquier canario que se precie. Para postres o como complemento en las comidas es imprescindible que la profesion de molinero no desaparezca aunque ya ha sido sustituida poco a poco por otras técnicas industriales. Al igual que el resto de profesiones de este artículo, está cada vez más en desuso. 

La última de las profesiones canarias que está en peligro de extinción es la del guachinchero. Los que regentan los guachinches se enfrentan día a día a una falsa competencia, pues negocios que nada tienen que ver con los auténticos guachinches típicos de Tenerife, popularizados en 1950, roban y defraudan a la clientela. Ese intrusismo es el que les amenaza cada día, pero aún así, los reales permanecen salvando la cultura tinerfeña.

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