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Sociedad

El colectivo de ‘kellys’ en Tenerife denuncia un empeoramiento de la carga laboral que sufren

Aseguran que esto ha derivado al aumento de la toma de medicación para poder realizar su trabajo, ya que es una profesión altamente afectada por las enfermedades laborales

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Una camarera de piso, una profesión especialmente afectada por las enfermedades laborales, limpiando la habitación de un hotel (contratación). / EFE

El colectivo de las camareras de piso denuncia no poder más con la sobrecarga de trabajo a la que se enfrentan desde hace años y que ha empeorado en los últimos tiempos, asegurando que en muchos casos les ha derivado a tener que tomar medicación para poder aguantar la jornada. 

La vicepresidenta de Kellys Unión Tenerife, María Noel Navas, colectivo que también integra Kellys-Se Acabó, ha mantenido este miércoles una reunión en la sede de la Diputación del Común de la capital tinerfeña con su Adjunta de Igualdad, Beatriz Barrera, con el fin de transmitirle una situación que empeora con el paso del tiempo y que les ha acarreado problemas de salud física y psicológica. En este sentido solicitan mejores condiciones laborales, así como el reconocimiento de enfermedades profesionales o una jubilación a los 58 años.

Las trabajadoras denunciaban a principio de año que se veían sometidas a altos niveles de carga de trabajo, estimando que se necesita la contratación de 3.500 camareras de piso más, algo que para las empresas hoteleras tendría un coste de 50 millones de euros en salarios. 

Mejora de las condiciones laborales

El pasado 2023 dejó unas cifras de récord en el turismo, y de hecho las trabajadoras del sector han notado más carga que otros años. "No es que no haya mujeres para trabajar, lo que pasa es que al ver la sobrecarga muchas compañeras se marchan a los pocos días de empezar. Si las condiciones fueran más aceptables con sueldos mejores habría más mujeres en el sector. Si faltan dos compañeras se tiene que repartir el trabajo entre las que están, y eso pasa prácticamente a diario", señaló María Noel. 

Terminar con esa sobrecarga es una de las principales reivindicaciones, a lo que se le une el reconocimiento de las enfermedades profesionales como el codo de tenista o el túnel carpiano, así como la edad de jubilación a los 58 años, ya que insisten en que son muy pocas las compañeras que consiguen llegar a la jubilación debido a los problemas de salud. 

Salud mental, otro problema 

La salud mental se ha posicionado como otro problema de salud debido a que muchas camareras de piso sufren cuadros de ansiedad. Esta situación, sumada a esa sobrecarga de trabajo, ha llevado a muchas trabajadoras a la automedicación, ya sea de analgésicos o de ansiolíticos. Además cabe recordar que es un colectivo muy feminizado al que se le suma la carga de ser familias monoparentales en muchos casos. 

Por su parte, Barrera señaló ante los medios de comunicación que en 2018 desde la Diputación del Común se abrió una actuación de oficio sobre la situación dirigida a la Dirección General de Trabajo del Gobierno de Canarias de aquel entonces, quien adquirió el compromiso de revertir esta situación. “Cinco años después no ha habido avances y por ello he solicitado una reunión conjunta con la consejera de Turismo y el director general de Trabajo del Gobierno de Canarias, para analizar la situación y buscar soluciones. Al mismo tiempo, daremos traslado el Defensor del Pueblo de las reivindicaciones de sector que corresponden el Gobierno de España”, detalló. 

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