Loading...
Imagen de Mecano / SPOTIFY

'Cruz de navajas', la famosa canción de Mecano que está inspirada en un crimen cometido en Tenerife

El tema, compuesto por José María Cano, es un relato de rutina, desamor y tragedia, con un trasfondo marcado por un crimen que conmocionó a la capital tinerfeña

Hay canciones que trascienden generaciones y se convierten en parte de la memoria colectiva. En 1986, Mecano publicó Cruz de navajas dentro de su álbum Entre el cielo y el suelo. Lo que muchos desconocen es que aquella letra, considerada una de las 100 mejores canciones del pop español, se inspiró en un suceso real ocurrido en Santa Cruz de Tenerife.

El tema, compuesto por José María Cano, es un relato de rutina, desamor y tragedia, con un trasfondo marcado por un crimen que conmocionó a la capital tinerfeña en los años ochenta.

Un himno con origen oscuro

Aunque hoy es uno de los grandes clásicos de Mecano, la canción no convenció de entrada ni a Ana Torroja ni a Nacho Cano, que veían difícil su encaje dentro del repertorio. Sin embargo, la historia terminó por imponerse, y su crudeza se transformó en himno.

Durante años circuló incluso un bulo que atribuía la autoría de la canción a Joaquín Sabina, debido a que el cantautor llegó a interpretarla en varios conciertos. Él mismo se encargó de desmentirlo, reconociendo que la obra pertenecía al trío madrileño.

La pareja protagonista

La historia real tiene como protagonistas a María y Mario Postigo, una pareja que se vio atrapada en la rutina y la desilusión. Ella trabajaba en Galerías Preciados, en la céntrica calle del Pilar; él, como camarero en la 33 Norte, uno de los locales más populares de la calle San José, epicentro de la vida nocturna de la capital tinerfeña en aquella época.

María encontró la ilusión en otra persona: un delincuente habitual de la zona, cuya presencia acabaría desencadenando la tragedia.

Una madrugada fatal

Una redada policial obligó a Mario a salir antes de su turno una madrugada. Al regresar a casa, encontró a María junto a su amante. Lo que comenzó como una discusión terminó con una puñalada mortal que acabó con la vida del joven camarero ante la mirada de su pareja, que presenció el ataque desde el portal de su edificio.

La prensa de la época no relató los hechos con claridad, atribuyendo la muerte a un grupo de “drogadictos”, un recurso frecuente en los titulares de aquellos años. Esa versión incompleta alimentó la tercera de las “cruces” mencionadas en la canción.

Las tres cruces

En la letra de Cruz de navajas se habla de tres marcas. La primera, “en la frente”, simboliza el momento en que Mario descubre la infidelidad. La segunda, “en el pecho”, hace referencia a la estocada que le costó la vida. Y la tercera es “la que miente en el noticiero”, aludiendo a la distorsión mediática del caso.

Esta interpretación fue detallada años más tarde por David Peral, creador de contenido especializado en contar las historias ocultas tras grandes canciones.

El impulso definitivo

Pese a la fuerza de la composición, la discográfica no apostó de inmediato por Cruz de navajas como sencillo. Fue el periodista musical José Antonio Abellán quien reconoció su potencial y decidió difundirla en su programa de radio antes de que la compañía diera luz verde.

La reacción del público fue inmediata: la canción cautivó a la audiencia y catapultó las ventas del álbum Entre el cielo y el suelo. La discográfica, sorprendida por la acogida, terminó lanzando el tema como segundo sencillo oficial, acompañado en la cara B por Las cosas pares.

Un clásico

El crimen que inspiró a José María Cano se convirtió, de forma inesperada, en una de las canciones más emblemáticas de la música española de los ochenta. Con el tiempo, Cruz de navajas dejó de ser únicamente un relato oscuro para convertirse en símbolo de la capacidad de Mecano de transformar la tragedia en arte.

Y aunque pocos lo saben, en la memoria de Santa Cruz permanece el eco de aquella madrugada en la que una discusión se transformó en suceso fatal, dejando como legado uno de los grandes himnos del pop español.