El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) ha ratificado la remisión a los juzgados de instrucción de Tenerife de los indicios de una posible trama entre un laboratorio farmacéutico y médicos del Servicio Canario de la Salud (SCS). Según la investigación, esta red consistiría en el pago de dinero y viajes a congresos a cambio de la prescripción de determinados medicamentos.
Los indicios surgieron en un juicio por el despido de una delegada de ventas de la farmacéutica, cuya sentencia ahora ha confirmado el alto tribunal canario. La trabajadora tenía desde 2010 un contrato de exclusividad que incumplió al ejercer como profesora de una autoescuela, descubierto por un detective privado.
Posibles delitos
En su revisión, el TSJC, además de declarar procedente el despido, considera acreditados indicios de que el laboratorio pagaba a médicos del SCS por prescribir medicamentos y vacunas, además de sufragar gastos en viajes, cursos, congresos, cenas o almuerzos. En ocasiones, los pagos se realizaban en efectivo.
El tribunal sospecha de presuntos delitos de cohecho en los que podrían estar implicadas hasta diez personas, entre ellas la trabajadora despedida, personal del laboratorio, dos médicos y la propietaria de una agencia de viajes.
Falso testimonio
Asimismo, el TSJC aprecia indicios de falso testimonio contra siete de los implicados: cuatro empleados del laboratorio, dos facultativos y la dueña de la agencia. El alto tribunal ha remitido a los juzgados un listado de una decena de páginas con los nombres de médicos tinerfeños que supuestamente cobraban por estas prácticas.
Las pruebas apuntan a que, a través de la delegada y la agencia de viajes, se “financiaban, incentivaban y pagaban” prescripciones de autovacunas y fármacos.
Declaraciones médicas
Durante el juicio, varios compañeros de la exempleada ratificaron que se ofrecían viajes y congresos a doctores de varias provincias españolas, mientras que uno de ellos restó importancia afirmando que solo se regalaban libros.
Un médico rehabilitador del Hospital Universitario de Canarias (HUC) admitió haber asistido a un congreso en 2015 costeado por el laboratorio, y reconoció que solía desayunar, almorzar y cenar con la exempleada. Otro especialista del Hospital de La Candelaria aseguró que el laboratorio le abonaba hasta 3.000 euros anuales en concepto de ayudas para cursos y congresos.
Agencia de viajes
La propietaria de la agencia de viajes estaría implicada en la trama, pues era el lugar al que acudían los facultativos a cobrar. En conversaciones grabadas, la delegada despedida comentaba que los médicos lo querían “todo en B”, además de referencias a sobres con “la pasta”. También se detectaron órdenes del laboratorio para alterar facturas tras la suspensión de unas vacunas a nivel nacional.
En otro testimonio, se señaló que algunos médicos recibían hasta 30 euros por prescripción de vacunas, lo que se traducía en unas 4.000 dosis anuales y unos 50 medicamentos al mes.
Despido ratificado
El TSJC confirma que los doctores llegaron a advertir al laboratorio que si despedían a la delegada no volverían a trabajar con ellos. La mujer denunció acoso laboral, aunque el expediente fue archivado, limitándose la empresa a cambiarle de jefe.
El tribunal concluyó que sí sufrió persecución laboral con consecuencias de depresión y ansiedad, aunque se demostró que había incumplido el contrato de exclusividad, motivo por el que su despido fue considerado procedente.
Indemnización parcial
El alto tribunal negó su derecho a indemnización, pero sí le reconoció el cobro de unos 5.000 euros pendientes en concepto de kilometraje.
Como delegada de ventas, su labor consistía en visitar a médicos en hospitales, centros de salud y clínicas para promocionar los productos del laboratorio, habitualmente durante las mañanas.
