"Cuando una ruta se cierra, otra se abre”. Estas palabras de Beatriz León, experta en seguridad en El Sahel, explican lo que se está produciendo en la ruta canaria debido al control migratorio de Mauritania. La situación ha forzado a las redes de tráfico a desplazarse hasta el sur y buscar puntos de partida en Guinea Bissau y Guinea Conakry.
Junto a León, la politóloga Beatriz Mesa y el periodista José Naranjo han analizado la inestabilidad en la región del Sahel y sus repercusiones en los flujos migratorios hacia Canarias, entre los que juega un papel las acciones fallidas de la Unión Europea (UE), la presión de los regímenes militares en Mali, Níger y Burkina Faso, así como el cambio climático, entre otros aspectos.
Un fenómeno estructural
La ruta marítima irregular hacia Canarias tiene más de tres décadas, mucho antes del actual ciclo de violencia en Mali, ha recordado Naranjo, subrayando que “las migraciones son un fenómeno estructural, no algo que se puede detener”, aunque ese sea el objetivo que se han marcado las instituciones.
Las llegadas a Canarias han variado en función del cierre o apertura de rutas: del Sáhara y Marruecos en el pasado, hacia Mauritania en los últimos años, y más recientemente desde Gambia o Senegal, según ha señalado Naranjo. Y es que “los migrantes van a encontrar la ruta y la fórmula para venir”, ha apuntado León.
Errores de Occidente
En la actualidad, Mauritania juega un papel clave como país de tránsito. Allí se concentran miles de refugiados malienses y, presionada por la UE y España, ha reforzado controles y expulsiones, incluso de personas con estatus de refugiados. “España repite el patrón del Mediterráneo con Libia o Túnez, externalizando los controles”, ha advertido el periodista.
Occidente ha fracasado así en sus políticas hacia el Sahel, según Mesa, quien ha indicado que se han centrado en la seguridad y no en la protección de la ciudadanía: “Todos los mecanismos de seguridad solo han llevado a más inseguridad”. Siendo el caso de comunidad como los peul, convertidas en blanco de milicias creadas o armadas por los propios estados sahelianos bajo el pretexto de combatir el terrorismo.
Poner el foco en el Sahel
La UE, según Beatriz de León, atraviesa un momento de desconexión respecto a la región: expulsada de Níger y con menos presencia en Mali y Burkina Faso. Además, las prioridades geopolíticas de Bruselas están centradas en Ucrania o en Oriente Medio, lo que relega al Sahel a un segundo plano.
Por ello, la experta en seguridad ha advertido de la necesidad de hacer hincapié para que los 27 pongan el foco en esta región y alineen sus objetivos con las preocupaciones locales, sin imposiciones, evitando “errores del pasado”.
Los expertos coinciden en que la llegada de cayucos a Canarias no puede entenderse como un fenómeno aislado. Está vinculada a una crisis estructural en el Sahel, marcada por golpes de Estado, violencia, cambio climático y el juego de intereses internacionales.

