La ashwagandha se ha convertido en uno de los suplementos más virales de los últimos años. Se presenta en forma de pastilla natural y promete reducir el estrés, mejorar el descanso y devolver el equilibrio perdido por el exceso de cortisol, la hormona conocida como la del estrés. Sin embargo, esta visión simplificada esconde matices importantes.
El psiquiatra canario Eduardo Vera, experto en neurociencias afectiva y conductual, aclara que ni el cortisol es “el enemigo” ni la ashwagandha un remedio universal. En conversación con Atlántico Hoy, explica cómo un mal uso de estos compuestos naturales o un desconocimiento sobre su función real puede tener el efecto contrario al deseado.
El cortisol no es malo
“El cortisol siempre existió y es necesario. Es la hormona del estrés que nos permite reaccionar ante alertas físicas y psicológicas”, señala Vera. Su función original, explica, era protegernos ante un peligro durante un tiempo limitado, elevándose durante dos o tres horas como máximo.
“El cortisol, por ejemplo, nos permite despertarnos por la mañana porque sube frente a la melatonina y nos prepara para responder a las demandas externas”, añade. El problema llega cuando ese nivel se mantiene alto durante demasiado tiempo. “El tipo de estrés actual no se resuelve luchando o huyendo como antes, sino que se mantiene activo por preocupaciones continuas, acoso, exceso de información o notificaciones constantes”, explica.
Según el especialista, ese exceso sostenido provoca una sobreestimulación del sistema nervioso, capaz de alterar el sistema inmunológico, reducir la atención o incluso “provocar brotes de psoriasis y favorecer la aparición de trastornos de ansiedad o depresión”.
@doctorrojass ASHWAGANDHA: Lo que no te habían contado 1. ¿Protege tu tiroides? Sí. Varios ensayos han demostrado que mejora la función tiroidea subclínica, aumentando T4 libre y reduciendo TSH en personas con hipotiroidismo leve (Sharma et al., J Alt Complement Med 2018). Cuidado y consulta con tu médico si estás bajo tratamiento para el tiroides antes de tomarla 2. ¿Mejora la salud sexual femenina? Sí. Estudios en mujeres con disfunción sexual muestran mejoría en excitación, lubricación y satisfacción después de 8 semanas (Dongre et al., Biomed Res Int 2015). 3. Es antiinflamatoria a nivel celular? Sí. Sus withanólidos reducen NF-KB y marcadores inflamatorios como IL-6 y TNF-a (Singh et al., Phytotherapy Research 2011). 4. ¿Ayuda al control de peso? Sí. En un estudio de 8 semanas, redujo niveles de estrés y cortisol, lo que se tradujo en menos grasa abdominal y menor IMC (Choudhary et al., J Evid Based Complementary Altern Med 2017). 5. ¿Protege al cerebro del envejecimiento? Sí. Modelos humanos y animales muestran aumento de BDNF, proteína clave en la neuroplasticidad y la memoria (Kuboyama et al., Neuroreport 2005). 6. ¿Tiene efecto cardioprotector directo? Sí. Reduce la presión arterial sistólica y mejora la variabilidad de la frecuencia cardíaca, un marcador de salud del sistema nervioso autónomo (Auddy et al., JANA 2008). - Precauciones: evitar en embarazo, lactancia, enfermedades tiroideas no controladas, daño hepático o renal severo. - El tipo más estudiado: KSM-66 (≥5% withanólidos). - Dosis efectiva: 300-600 mg/día, junto a comidas. Dato único e increíble: La ashwagandha no solo actúa en sangre. Estudios con neuroimagen muestran que modula la amigdala y la corteza prefrontal, reduciendo la hiperactividad cerebral asociada al miedo y la ansiedad (Chandrasekhar et al., Indian J Psychol Med 2012). #suplementos #estres #cerebro #glucosa #corazon ♬ sonido original - Aurelio Rojas 🧡 Cardiólogo
Las redes elevan el cortisol
Las redes sociales, asegura, juegan un papel directo en esta hiperactivación. “Las redes sociales que, paradójicamente, te informan del cortisol son las que te lo producen”, afirma. Cada notificación, cada novedad visual o sonora, activa oleadas de la hormona del estrés que, si se mantienen durante mucho tiempo, pueden alterar el equilibrio mental.
“No es casual que las notificaciones de Instagram o Facebook sean rojas, pero un rojo sangre. Buscan reclamar nuestra atención de forma continua. Cuanto más elevado está el cortisol, más probable es desarrollar un trastorno mental”, explica.
Para revertir esa curva, el psiquiatra recomienda deporte, desconexión digital y gestión emocional: “Podemos reducir los niveles de cortisol antes de que aparezca un trastorno mental, pero hace falta actuar. Una vez que debuta, ya se requiere tratamiento”.
Ashwagandha: eficacia y precaución
En este contexto, la ashwagandha ha sido presentada como la solución natural para reducir el estrés. Y aunque sí cuenta con evidencia científica, Vera advierte que debe tomarse con cautela. “Se ha visto que disminuye la producción de cortisol a nivel central, aunque no se sabe con exactitud el mecanismo. Mejora el tono basal y puede tener un efecto preventivo, pero no es un tratamiento psiquiátrico”, aclara.
Su uso, según el psiquiatra, no debe prolongarse más de tres a seis meses: “Si se mantiene de forma crónica y sin control puede disminuir la alerta del individuo, generar embotamiento o incluso una pequeña sedación. El cortisol, aunque parezca negativo, es necesario para estar despierto y responder a los estímulos”.
Por eso insiste en que este tipo de adaptógenos solo deben usarse como apoyo temporal y siempre bajo supervisión, nunca como sustituto de un abordaje psicológico o médico.
Bienestar no es salud mental
Para Vera, el auge de suplementos, terapias exprés y discursos sobre bienestar ha provocado una confusión importante. “El bienestar es preventivo; la salud mental, en cambio, necesita intervenciones específicas”, matiza.
“Tras la pandemia se ha mezclado todo, y se ha desdibujado el significado. Se habla de bienestar cuando hay problemas de salud mental graves. Y eso puede hacer que se deje de atender lo importante por centrarse en lo superficial”, advierte.
Su propuesta es clara: “Informar a la población sobre qué cosas deterioran su bienestar emocional y enseñar a modificarlas. Eso sí previene que alguien con predisposición debute en un trastorno mental.”
Conexión, el verdadero antídoto
Después de años de experiencia clínica, Vera lo resume en una palabra: conexión. “Si tuviera que decir un antídoto contra el estrés, sería la empatía. En la sociedad moderna hay poca gente que te escuche de verdad, y las redes sociales nos están desconectando.”
Su consejo es tan simple como poderoso: “Abrazarse entre 8 y 10 segundos aumenta la oxitocina, que se contrapone al cortisol y ayuda a regularlo.”
Por eso, defiende que más allá de cualquier suplemento o moda, el verdadero equilibrio mental pasa por expresar las emociones, mantener vínculos reales y no aislarse.
“El estrés constante y la soledad no deseada agravan los cuadros mentales. Pero cuando alguien se siente escuchado y acompañado, mejora”.
