La Consejería de Educación ha puesto en marcha este lunes una nueva herramienta destinada a mejorar el seguimiento y la gestión del absentismo escolar. Su titular, Poli Suárez, explicó que el objetivo principal es “llegar más rápido” a los casos detectados para actuar y prevenir sus efectos.
El aplicativo dispone de dos perfiles. Uno está orientado a los ayuntamientos, que podrán acceder de forma segura a datos detallados por centros y por alumnos de su municipio. Cuando se superen determinados umbrales, en torno al 5% de ausencias, los consistorios podrán intervenir a través de los propios centros y de los servicios sociales. El otro perfil está diseñado para los inspectores de Educación, que podrán “adelantarse y conocer desde el primer momento” los casos de absentismo.
El absentismo escolar “es un problema que preocupa” al departamento, admitió Suárez en una rueda de prensa junto a la vicepresidenta primera de la Federación Canaria de Municipios (Fecam), Ana Isabel Dorta, y el viceconsejero de Educación, José Manuel Cabrera.
Ligero aumento en el último curso
Los datos del último curso reflejan un ligero aumento del absentismo respecto al periodo 2023-2024: en Primaria pasó del 2,17% al 2,24%; en Secundaria, del 6,29% al 6,52%; y en Bachillerato, del 6,19% al 6,57%. Solo se redujo en Formación Profesional, donde bajó del 13,13% al 11,33%, lo que permitió una caída de dos décimas en el conjunto de los ciclos formativos. “Es insuficiente, son datos con los que nadie puede estar contento”, valoró el consejero.
El lanzamiento del nuevo aplicativo se enmarca en el plan para reducir la carga burocrática del profesorado, impulsado hace dos meses. Suárez celebró que con esta herramienta “se acaban las planillas” de absentismo que hasta ahora se enviaban manualmente a la Consejería, un procedimiento que calificó de anacrónico “tras tantos años de avances”.
Colaboración y coordinación
También destacó que el sistema mejorará la colaboración y coordinación con los ayuntamientos. En la misma línea, Dorta aseguró que recibirán “con las manos abiertas” cualquier herramienta que favorezca la cooperación, mejore la calidad educativa y ayude a familias desestructuradas, “que suelen ser mayoritariamente las afectadas”.
Por su parte, el viceconsejero Cabrera subrayó que el aplicativo “no hace cosas distintas a las que ya hacíamos, pero permite un análisis más exhaustivo y preventivo”. Añadió que detrás de cada alumno absentista “siempre hay un problema familiar, social, incluso de malos tratos, abandono o acoso escolar”, por lo que actuar a tiempo “ayuda a prevenir y evitar sus consecuencias”.
Suárez apuntó además una correlación entre el absentismo y el abandono escolar, que este año ha repuntado hasta el 14,4%, casi dos puntos por encima de la media nacional. “No podemos estar contentos, y el que lo esté, que coja la puerta”, afirmó. También señaló otros factores, como el “alto índice de contratación” de alumnos de FP sin finalizar sus estudios, especialmente en las zonas turísticas y del sur de las islas, donde “se generan nichos de trabajo y oportunidades laborales”.
El consejero adelantó que en los próximos meses espera contar con un diagnóstico actualizado sobre las causas del abandono escolar para, a partir de ahí, “empezar a actuar”.