El Típico de Tenerife regresa a su proyecto más descorazonador: su distopía ‘Canarias Año 2093’

El popular y anónimo humorista digital publica la segunda parte de una historia ficticia cuya premisa es “descubrir dónde desembocaron 70 años después todas las problemáticas de nuestro presente”

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Segunda parte de 'Canarias Año 2093' / EL TÍPICO DE TENERIFE
Segunda parte de 'Canarias Año 2093' / EL TÍPICO DE TENERIFE

Quien conoce de oídas a El Típico de Tenerife, o quien lo hace porque les reenvían sus publicaciones y se ríen con sus viñetas asociarán su trabajo a esas características ilustraciones cargadas de humor que reflejan y generan empatía en los canarios gracias a las expresiones y a la situaciones cotidianas con las que se identifican los canarios y canarias.

Sin embargo, quien conoce su trayectoria habrá descubierto que El Típico es mucho más que esas viñetas que lo hacen especial y que es cierto que se han convertido en su sello desde su aparición en las redes sociales. Una línea de ropa, un calendario o, lo más reciente, una agenda multidisciplinar, demuestran el carácter empresario que ha ido creando.

Canarias Año 2093

Sin embargo, es su relato gráfico Canarias Año 2093, que justo hoy cumple un año, donde se descubrió a El Típico más oscuro en cuanto a su preocupación por el futuro de Tenerife y los problemas que hoy azotan a la isla, así como al resto de Canarias.

Entonces, el autor creó una historia distópica y desmoralizadora en la que en el año 2093 dibuja una isla dividida en dos facciones: La Zona Residente y la Gran Zona Resort (exclusiva para turistas), donde los primeros viven por y para satisfacer las necesidades de los segundos en unas islas cargadas de mega instalaciones turísticas. Todo ello, a través de la experiencia personal y los pensamientos de una de sus características viñetas.

Ahora, regresa con la continuación en la que pone el foco en los complicados quehaceres en el tiempo libre del protagonista tras dejar atrás la jornada laboral con la que transmitió el mensaje el año pasado.

Transmitir los problemas

“La idea era trasladar a un futuro medianamente próximo las consecuencias de la situación actual de las islas”, contextualiza El Típico de Tenerife en una entrevista concedida a Atlántico Hoy. “La historia básicamente es alguien dentro de 70 años narrándonos en primera persona la realidad de su vida, con la ingenuidad de no haber conocido otra cosa, salvo aquellas que cuentan las personas mayores. Bajo esta premisa intento descubrir dónde desembocaron 70 años después, todas las problemáticas de nuestro presente”, abunda.

De esta manera, El Típico presenta el funcionamiento político, económico y social de Canarias en un hipotético año 2093, donde el territorio de cada isla se divide en las facciones mencionadas y que no son más que sus propios temores a largo plazo traducidos en su forma de hacer arte digital.

Preocupaciones personales

“Personalmente me inquietan muchas problemáticas actuales y me agobia también ser consciente de que hay realidades que no conozco o sobre las que no he podido reflexionar”, comparte el autor. “Supongo que el acceso a la vivienda y la destrucción de la naturaleza de las islas son dos de los temas centrales de preocupación colectiva”, agrega.

Sin embargo, cree que la situación es “tremendamente compleja” porque “emanan muchas cuestiones cruciales”. Es por ello por lo que en el guion de la historia ha intentado abordar “las máximas posibles”.

Las 'personas mayores'

Los lectores de su distopía habrán observado el papel coprotagonista de quienes no salen en la historia: las personas mayores. Reconociendo el año en el que se desarrolla la historia, 2093, es obligada la pregunta de si El Típico es una de esas personas mayores.

“Sí, sin duda”, afirma rotundo. “En la historia, la generación que vivió la realidad actual de 2024 siendo joven, es la que luego forma parte de la de personas mayores y, por lo tanto, de la que transmite sus recuerdos al protagonista”, agrega. “Me interesa especialmente ese enfoque porque nos hace a todas y todos protagonistas en ese futuro y porque, además, de eso nos hace partícipes de la vida que vamos a dejar a las personas que vengan detrás”, profundiza en su reflexión.

Trabajo gráfico

En cuanto al apartado gráfico, El Típico de Tenerife confirma que ha sido “un cambio total de trabajo”. Si en la primera parte desarrolló las viñetas a través de la IA y una posterior edición, en esta ocasión todas las viñetas parten de fotografías hechas por él: calles de Santa Cruz, la autopista del Norte a la altura de Padre Anchieta y de bajada en la entrada a la capital, Las Teresitas, la avenida Anaga... Todo escenarios dentro de la Zona Residente.

“A partir de ahí hay un trabajo de diseño y composición en Photoshop, con texturas, filtros, y retoques de color para darle aspecto característicos de las novelas gráficas distópicas y, luego la inclusión de los elementos artificiales, como la montaña rusa en el Teide o las imágenes de coches de un desguace”, expone de entre muchos más ejemplos.

Alusión sorpresa

Si algo llama la atención -lector, si no has leído la viñeta, PARA AQUÍ, que se acerca un SPOILER- es la alusión directa a la manifestación del 20 de abril, con la aparición de los folletos de publicidad en esta distopía 69 años después de un evento que aún está, a día de publicación de este artículo, por celebrarse.

“El final de esta segunda parte y la manifestación de este sábado se tenían que encontrar sí o sí”, señala El Típico. “Tenía clara la idea de continuar la historia cuando se cumpliera un año y, por supuesto, el momento que vivimos tenía que ser parte sí o sí. Por eso lo primero que escribí del guion de estas 10 viñetas fueron las dos finales. A partir de ahí fui dirigiendo las ideas hacia ese final”, argumenta.

Precisamente, sobre la manifestación y lo que se defiende, El Típico de Tenerife, que siempre se ha caracterizado en sus publicaciones por la defensa y protección de los espacios naturales de Tenerife -por simplificarlo-, tiene las ideas muy claras. “Para mí es un día crucial para nuestro presente y futuro. Creo que será uno de los momentos más importantes de nuestras historias de vida, individual y colectiva. Hace ya mucho tiempo que creo que esto solo lo salva el pueblo. En los últimos años hubo ya otras manifestaciones, con mucha gente, pero creo que lo del sábado va a ser un antes y un después. La manifestación será una declaración contundente de que la sociedad canaria es dueña de su presente y su futuro. Y la mejor prueba de que salir a la calle sirve para conseguir cosas, es la respuesta apresurada y preocupada de quienes se saben responsables de la situación”, expone con firmeza.

¿Tercera parte?

Por último, y mirando al futuro, pero algo más cercano y tangible, El Típico de Tenerife avanza a Atlántico Hoy que ya tiene la mira puesta en seguir ampliando Canarias Año 2093. “Tengo escrito más guion. No es definitivo, son borradores y esbozos de por dónde podría ir la historia. No sé si dentro de un año habrá o no tercera parte, o si quizás la historia merece acabar ya aquí. Ya se verá :)”, finaliza.