La Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife acogerá los próximos 5, 6 y 7 de noviembre las tres primeras sesiones del juicio por el conocido como 'caso Tradex', en el que se investigan supuestas estafas millonarias a un total de 120 afectados. Cada jornada contará con la declaración de diez denunciantes, y el calendario prevé que las vistas se prolonguen hasta el 20 de enero de 2026, con tres sesiones semanales.
El procedimiento, uno de los más complejos de los últimos años en Tenerife, se centra en una trama de captación de inversiones que ofrecía rentabilidades fuera del mercado. Las sesiones concluirán con la declaración de los dos principales acusados y la pareja sentimental de uno de ellos, a quien se atribuyen regalos por valor de 327.500 euros.
Una estafa piramidal
La Fiscalía solicita hasta 12 años de prisión para el empresario Mukesh Daswani, considerado el principal responsable, y 9,5 años para su socio, por delitos de estafa agravada y frustración en la ejecución. La pareja del primero podría ser condenada a la devolución solidaria de los fondos presuntamente utilizados para compras personales.
El dinero defraudado oscilaría entre 2.000 y 78.000 euros por víctima, según el escrito del Ministerio Público. La acusación sostiene que los imputados se hacían pasar por asesores financieros independientes, prometiendo beneficios de hasta el 50 % en dos meses, formalizando contratos y captando dinero mediante efectivo o transferencias.
De los beneficios al colapso
Durante los primeros meses, los acusados cumplían con las rentabilidades prometidas, alimentando la confianza de sus víctimas e incentivando nuevas inversiones. Pero el sistema, de tipo piramidal, pronto se volvió insostenible al requerir un flujo constante de nuevos inversores para mantener los pagos.
Cuando comenzaron los incumplimientos, surgieron las primeras denuncias. A partir de ese momento, los encausados habrían iniciado maniobras para esconder sus bienes, incluyendo ventas simuladas y la apertura de cuentas bancarias en el extranjero.
Dinero en el extranjero
Según la Fiscalía, parte de los fondos fueron transferidos a cuentas en los Emiratos Árabes, Lituania y Reino Unido, y luego convertidos en criptomonedas a través de una plataforma con sede en las Islas Seychelles. Uno de los acusados incluso habría intentado huir de la acción judicial.
La investigación busca ahora esclarecer la totalidad del patrimonio oculto, así como la responsabilidad individual de cada procesado. El juicio, que se prevé largo y complejo, marcará un precedente en casos de fraude financiero en Canarias.
