El remedio para evitar el colapso hospitalario por el envejecimiento de la población

Varios profesionales de la medicina se dieron cita en el Congreso Nacional de Hospitales y Gestión Sanitaria en Las Palmas de Gran Canaria

Guardar

En 2050 la población será tres veces más mayor que en la actualidad./ Pixabay
En 2050 la población será tres veces más mayor que en la actualidad./ Pixabay

La evolución demográfica de todo el mundo avanza a pasos agigantados y los servicios públicos corren el peligro de no resistir la presión del envejecimiento generalizado. Merecedes Ferro, vicepresidenta de la Asociación Nacional de Directivos de Enfermería (ANDE), asegura que los datos apuntan a que dentro de casi 30 años las cifras de envejecimiento batirán récords. "La evolución demográfica natural de la sociedad tiende a avanzar el envejecimiento. Por tanto, el sistema sanitario tiene que abordar los servicios sociosanitarios o los servicios públicos en función de las características de ese envejecimiento", explica Ferro.

Según la vicepresidenta de ANDE, "en 2019 había 170 o 180 millones de personas mayores de 65 años y en el 2050 esa cifra se va a triplicar. Eso va a hacer que todos los sistemas sociales, la economía, la sanidad, la educación, se vayan adaptando a ese cambio demográfico tan importante". 

Apuesta por la autonomía

Para que la sanidad resista la demanda que llegará los próximos años, deben prepararse a nivel estructural y aportar nuevas propuestas de intervención. "La atención centrada en la persona es un modelo de abordaje de acercamiento a una persona mayor con unas determinadas necesidades para que de una forma o de otra se busquen soluciones que encajen al máximo posible en sus circunstancias, en sus gustos, en aquello que pueda realizar y que sea lo más autónoma posible a lo largo del tiempo para que los sistemas de dependencia lleguen los más tarde posible. Es decir, para que disfrute de una vida más plena durante más tiempo". 

El objetivo no es otro que alargar la estancia de los mayores en sus hogares mejorando las condiciones de habitabilidad en sus casas y otros aspectos funcionales. 

Merecedes Ferra propone medidas para paliar los cambios demográficos y el colapso de los sistemas sanitarios. Pixabay
Merecedes Ferra propone medidas para paliar los cambios demográficos y el colapso de los sistemas sanitarios./ Pixabay

Adelantarse al envejecimiento 

"El envejecimiento hace tener presente que muchos de los servicios que han estado adaptados a una población y a una pirámide poblacional como la que tenemos ahora mismo se van a quedar desfasados", explica Ferro. 

La vicepresidenta de ANDE ha propuesto una serie de medidas preventivas para alargar la estancia en los hogares y proporcionar una mejor asistencia sanitaria personalizada. "Generar estructuras intermedias que puedan facilitar que las personas mayores se mantenagn en su hogar en el ámbito doméstico que es lo que la gran parte de ellos quieren. Que les atiendan mientras estén en su casa o que les den un soporte para generar la confianza suficiente de que puedan mantenerse en sus viviendas", dice Ferro.

La ponente del Congreso Nacional de Hospitales y Gestión Sanitaria en Las Palmas de Gran Canaria asegura que hay que "establecer mecanismos y eso se puede instrumentalizar con tecnología para hacer que esas personas que pueden mantenerse más tiempo en su casa no estén aisladas. Así, la información sobre aspectos y datos médicos, sobre su situación o sobre sus necesidades le puede llegar a tiempo real a los sanitarios encargados de su vigilancia en la distancia. Un número importante de personas mayores pueden mantenerse viviendo en sus domicilios si les resolvemos aquellas cosas que les suponen un problema, como el estar solos, poder acercarles a alguien, cubrirles las necesidades de alimentación, de higiene, proponer actividades  de utilización del tiempo libre y del ocio...". 

Imagen de dos personas mayores sentadas en un banco./ Unplash
Imagen de dos personas mayores sentadas en un banco./ Unplash

Del hogar a la residencia 

A veces el cambio drástico al que se le somete a una persona dependiente hace que no cuente con un período de adaptación en el que ir pasando de manera paulatina de una unidad menos dependiente hacia otra en la que sus funciones vitales dependen de una tercera persona encargada de su cuidado. Por ello, la vicepresidenta de ANDE incide en la importancia de añadir niveles intermedios entre el hogar y el hospital o la residencia. 

"Podemos desarrollar muchos mecanismos para que la vida en el hogar de esas personas sea fácil, sea posible, que no necesiten subir escaleras, que tenga el baño adaptado, que cuente con un sistema de telemonitorización, ayuda a domicilio, alimentación... Ese es el primero de los objetivos, el segundo es que puedan tener centros intermedios que durante unas horas del dia les facilitan una cobertura y donde pueden hacer actividades conjuntas", dice. 

La rentabilidad de este sistema 

Que los mayores no acaben ocupando de manera permanente una cama en un hospital por falta de recursos es el primer objetivo que persiguen las propuestas de Mercedes Ferro. "Nuestras personas mayores y nosotros mismos cuando seamos mayores, lo que desearemos será poder mantenernos en nuestro entorno o en nuestro medio habitual el mayor tiempo posible y cuando necesitemos ayuda que la ayuda sea progresiva. Que no pasemos de un modelo de estar viviendo en una casa a ir a una institución o a una residencia, sino que vayamos pasando por modelos progresivos de adaptación, de compañía".

Ferro recuerda que el coste real de una persona que no puede salir del hospital es superior a establecer un centro específico de recuperación para mayores. "Una cama hospitalaria tiene un coste de servicio público tres o cuatro veces mayor que si es una cama en un centro intermedio. Hay que potenciar centros de convalecencia para que las personas mayores cuando lo necesitan no tengan que estar más tiempo en el hospital que el necesario pero que puedan alargar la convalecencia en un centro de cuidado intermedio. En un centro donde las enfermeras cuiden esa situación hasta que haga falta y hasta que la preparen para volver a su domicilio"

Si en 2050 la población mayor de 65 años triplicará a la que hay en la actualidad las instituciones sanitarias deben comenzar a remar en el mismo sentido para paliar los efectos de los cambios demográficos que están por venir. Mercedes Ferro, vicepresidenta de ANDE cree que es posible, pero también opina que ya llegamos tarde. Hay que hacer una buena planificación. O nos ponemos todas las comunidades a trabajar en las facilidades para que los mayores puedan seguir en su entorno el mayor tiempo posible o será imposible hacerlo. Ya llegamos un poco tarde para algunas cosas, hay que hacerlo razonablemente pronto".