Activistas del movimiento de Greta Thunberg en Gran Canaria, a favor de la tasa verde

Representantes de 'Fridays For Future' en la Isla no dudan en que el impuesto al queroseno es una buena medida

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Activistas en una marcha de Juventud por el clima. / EFE
Activistas en una marcha de Juventud por el clima. / EFE

La lucha climática cobra cada vez más fuerza. El objetivo de paliar los efectos que ha producido la contaminación y el maltrato al entorno es una preocupación a nivel mundial. La Comisión Europea presentó en 2021 un impuesto al queroseno que usan los aviones como combustible, lo que afectaría directamente al precio de los billetes. La conocida como tasa verde ha despertado inquietud en el Gobierno de Canarias por cómo puede afectar esto al turismo: “Nos jugamos mucho”, ha llegado a decir el presidente autonómico Ángel Víctor Torres.

Stefanie Mans y Álvaro Hernández son activistas de Fridays For Future Gran Canaria, el movimiento —también conocido como Juventud por el clima— que traspasó fronteras después de que lo pusiera en el foco mediático la conocida Greta Thunberg. “Yo he estado leyendo que la gente está cada vez más dispuesta a pagar más para ser más sostenible”, cuenta Mans. “Con la tasa verde se espera que una gran parte de los viajeros estén dispuestos a pagarla”, apostilla.

Una medida insuficiente

La ecologista dice que, por los informes que ha visto, la tasa verde va a suponer una subida de precios ínfima. “Entonces, ¿por qué no hacerlo?”, se pregunta. “Incluso te diría que a nivel europeo no es suficiente”, indica. Cree que se deberían tomar “medidas todavía más drásticas” al tratarse de un problema “que puede suponer la muerte de muchas especies”.

Hernández también opina que este impuesto tiene repercusiones positivas para el clima, pero no tiene tan claro que haya suficientes viajeros predispuestos a hacer el esfuerzo de tener un gasto adicional. “No lo sabemos, entonces no es tan fácil”, manifiesta.

Marcha de Juventud por el clima. / EFE
Marcha de Juventud por el clima. / EFE

Qué dice el Gobierno

Desde que se anunció la aplicación de esta medida, el Ejecutivo regional ha intentado que el Archipiélago quede exento de esta tasa en el transporte aéreo. Insiste en que esta cuestión es clave para las regiones ultraperiféricas no solo por sus efectos sobre el turismo, sino por el encarecimiento del transporte de mercancías aéreo y marítimo.

Mans manifiesta que no entiende por qué se oponen tanto, aunque reconoce que es un tema complejo. “Da la sensación de que queremos seguir con el turismo como está y que el clima da igual”, declara. “Las encuestas que se han publicado y el informe que ha sacado la Comisión Europea apuntan a que el viajero apenas va a notar una diferencia en el precio y que la mayoría va a estar dispuesta a pagarla”, recalca.

Al margen de los estudios que se han llevado a cabo, Mans resalta que no está en la posición de evaluar si los europeos dejarían o no de venir con el impuesto al queroseno. “Yo creo que en Canarias hay que optar por opciones más sostenibles dentro de la actividad turística”, propone.

Jóvenes canarios y alemanes

La activista, de origen alemán, no duda en decir que en el país germano “hay muchísima más consciencia entre los jóvenes que aquí”. Aclara que, aunque allí los viajeros están dispuestos a pagar más por el clima, se trata de una nación rica donde la juventud no piensa tanto, en la vida diaria, en el dinero. “No se puede culpar a los canarios por no preocuparse por el clima, aquí hay otras preocupaciones”, exclama.  

Sobre la consciencia climática de los isleños nota que es más local. “A los jóvenes de las Islas no les gusta que se construya sobre su tierra y que se hagan modificaciones en la flora y en la fauna”, relata. “No piensan tanto a lo grande y el clima es un tema grande”, asevera.

“Creo que desde el Gobierno de Canarias hay que concienciar a la población sobre el cambio climático. Falta consciencia en cuanto a eso y hay que construirla”, sujeta la alemana.

Alojamientos sostenibles

Su compañero Hernández piensa que “las Islas están siendo un poco explotadas” y que “no se está cumpliendo con la sostenibilidad”. Pone como ejemplos el turismo masivo, los hoteles o los campos de golf que emplean mucha agua. “Siempre se puede mejorar”, matiza. A juicio de ella, el Archipiélago debe ser más sostenible al no poderse eliminar el tránsito de aviones por ser una región ultraperiférica.   

Mans propone algunas alternativas para que Canarias desarrolle una transición verde del sector turístico. La primera es que los alojamientos sean más sostenibles desarrollando medidas como poner una granja para cultivar la comida que se vaya a servir o instalar paneles solares. “En el sur de las Islas hay energía solar suficiente”, afirma.

Marcha de Juventud por el clima. / EFE
Marcha de Juventud por el clima. / EFE

Más transporte público

Plantea también que se fomente más el transporte público. “Hay que poner más guaguas, muchos turistas quieren subir a la cumbre”, sostiene. “Habría que aumentar la red para que los viajeros se puedan mover en transporte público sin alquilar coches. Y, si alquilan coches, que los haya eléctricos”, añade.

En su reflexión, narra que se debe optar por el autoconsumo. “Canarias es superdependiente de otros lugares, necesita mucho de fuera”, valora. Piensa que aunque el tema del riego es complicado, el Archipiélago puede ser bastante autosuficiente porque “hay luz, viento y terrenos”.

Buscar un plan B

La activista pone sobre la mesa la necesidad que, para ella, tiene que Canarias busque un plan B como sector productivo. “Yo creo que sí es posible que esté peor visto viajar en avión, que la gente viaje menos y eso afectaría a las Islas”, vaticina.

“Si en un futuro las nuevas generaciones cambian su modelo de turismo y prefieren moverse en tren, yo creo que sí podría llegar el punto en el que nos afecte negativamente. Y que el Archipiélago no se valore tanto como destino turístico”, sentencia.