Fuerteventura tenía hace 30 años 49.000 habitantes, la misma cantidad de extranjeros que ahora

La población de Canarias no para de crecer, sobre todo en la isla majorera y en Lanzarote, donde a día de hoy el número de residentes es más del doble que en 1994

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Personas caminando / GOBIERNO DE CANARIAS
Personas caminando / GOBIERNO DE CANARIAS

El no hay cama para tanta gente quizás se está haciendo más real de lo que gustaría. Y no, no se habla en este caso de las camas hoteleras, sino de la población en sí. El número de personas residentes en Canarias no ha parado de crecer, pero hay dos islas en concreto que resaltan por el incremento de habitantes que han experimentado y esas son Lanzarote y Fuerteventura. 

Hace más de 25 años vivían en Fuerteventura 49.020 personas, una cifra que a día de hoy ha crecido más del doble. La isla majorera tiene 126.864 habitantes según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) a fecha de 1 de enero de 2024. De esta cantidad, más del 30% son extranjeros residentes, 39.200 personas, casi lo mismo que en toda la Isla hace unas tres décadas. 

Extranjeros procedentes de la Unión Europea

Según los últimos datos de inmigración exterior del INE pertenecientes a 2022, 5612 personas extranjeras cambiaron su residencia y se establecieron en Fuerteventura. La mayoría de ellas proceden de países de la Unión Europea - como Italia, Reino Unido o Alemania - un total de 3.329 personas, mientras que el resto son de África (529),  América del Norte (32), Centro América y Caribe (166), Sudamérica (1.447), Asia (105), Oceanía (2) y apátridas (2). 

La isla vecina no se queda atrás en el crecimiento de su población. En 1994, vivían en Lanzarote 75.110 personas, según el Cabildo insular. En los últimos 30 años el número de habitantes de Lanzarote ha crecido hasta 163.543 personas, lo que supone 88.433 residentes más.

Dos bañistas en playas de Fuerteventura durante una ola de calor. / EFE
Dos bañistas en playas de Fuerteventura durante una ola de calor. / EFE

10.000 personas más en seis meses

Este crecimiento se ve reflejado también en el conjunto del archipiélago. Desde el pasado verano, es decir, en tan solo seis meses, el número de residentes en Canarias ha crecido: 10.291 personas más viven ahora en las Islas. 

Si se pone el foco en las dos provincias que componen la comunidad, Santa Cruz de Tenerife es la que ha experimentado un mayor incremento de la población. Los residentes de esta provincia se han situado en 1.078.634, lo que supone más de 5.400 personas en las islas occidentales del mes de julio de 2023 a enero de 2024. En lo que se refiere a la provincia de Las Palmas, se añadieron 4.891 residentes más, resultando en un total de 1.157.379 personas, 

Más población en Tenerife y Lanzarote

Las poblaciones que más han crecido en estos seis meses son las de Tenerife con 4.471 personas más, y Lanzarote con 2.149 más. En el ranking de crecimiento les sigue Gran Canaria con 1.195 residentes más, y Fuerteventura con 1547 más. La Palma se queda un poco en medio con 684 habitantes más, mientras que La Gomera y El Hierro son las que menos han incrementado su población al sumar 158 y 87 personas más respectivamente. 

En el caso de las dos islas capitalinas, sorprende que el aumento de habitantes procede sobre todo de población con nacionalidad española, pues el número de residentes extranjeros se ha reducido, sobre todo en Gran Canaria, de donde se han marchado 449 personas, mientras que en Tenerife se restan 122 domiciliados. 

Reto demográfico

El Archipiélago es la séptima comunidad autónoma que ha vivido uno de los mayores crecimientos poblacionales en los últimos seis meses, pasando de 2.225.722 a 2.236.013 personas. Un dato que de primeras puede no impresionar, pero hay que tener en cuenta que se encuentra por detrás de gran comunidades como Madrid, Cataluña y la Comunidad Valenciana.

En el top de crecimiento se posicionan asimismo las Islas Baleares. Ambos archipiélagos viven un reto demográfico que se intensifica con el incremento de ocupantes en las islas, espacios limitados que se caracterizan más allá del buen clima, sobre todo en Canarias, donde el precio de la vivienda no para también de crecer y con uno de los salarios más bajos del país.