La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha logrado que la Inspección de Trabajo impida el almacenamiento de plantas de marihuana intervenidas en los cuarteles del cuerpo. El organismo ha requerido a la Subdelegación del Gobierno en Tenerife que cumpla con las normas que establecen que estas sustancias deben depositarse en sedes habilitadas de las Delegaciones y Subdelegaciones del Gobierno.
La resolución llega después de más de un año de escritos y denuncias de la AUGC ante la Guardia Civil y el Ministerio del Interior. La organización denunció que en algunas dependencias, como la Comandancia de Tenerife, los agentes se veían obligados a convivir durante semanas con los fuertes olores de la marihuana intervenida, lo que generaba molestias y riesgos para la salud.
Según la AUGC, la Dirección General de la Guardia Civil llegó a impedir su participación en la visita que la Inspección de Trabajo realizó a las instalaciones denunciadas, así como el acceso a documentación oficial sobre las condiciones en las que se mantenían los estupefacientes.
Normas ignoradas desde 2013
La guía práctica sobre la aprehensión, custodia y destrucción de drogas tóxicas y estupefacientes, elaborada en 2013 y actualizada en 2018, establece que las Delegaciones y Subdelegaciones del Gobierno deben disponer de espacios adecuados para almacenar las sustancias incautadas. Pese a ello, la AUGC sostiene que los jefes de comandancia “nunca exigieron su cumplimiento”, priorizando —según el comunicado— sus aspiraciones de ascenso por encima del bienestar del personal.
Tras la denuncia de la asociación, la Inspección de Trabajo ha instado oficialmente a la Subdelegación del Gobierno de Tenerife a aplicar la normativa vigente. La AUGC considera esta resolución “una primera victoria” y ha pedido la colaboración de los agentes para notificar nuevos casos en los que se sigan custodiando drogas en los cuarteles.
El colectivo ha dirigido además un escrito al secretario de Estado de Política Territorial para que garantice que todas las delegaciones y subdelegaciones del país dispongan de instalaciones adecuadas. “Nadie tiene que soportar el olor a marihuana durante su jornada laboral”, subraya la AUGC, que anima a los trabajadores a comunicar cualquier incumplimiento a sus oficinas de Relaciones Laborales.