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Techos de aluminio instalados en centros educativos de Canarias / GOBIERNO DE CANARIAS

¿Ha hecho Canarias los deberes para frenar el calor en las aulas?

Educación defiende una inversión de 30 millones y obras en 160 colegios, pero el sindicato de profesores STEC insisten en que algunas aulas "siguen siendo invernaderos”

La ola de calor que mantiene a Canarias bajo avisos rojos y naranjas, con picos de hasta 37 ºC en Gran Canaria, revive inevitablemente el recuerdo de octubre de 2023, cuando la Consejería de Educación suspendió las clases en todo el Archipiélago por las altas temperaturas. Dos años después, el debate vuelve con fuerza: ¿se ha hecho lo suficiente para evitar que se repita?

El sindicato STEC-IC considera que no. Su portavoz, Gerardo Rodríguez, reconoce que el protocolo aprobado en 2024 “no está mal sobre el papel”, pero insiste en que sigue sin resolver los problemas de fondo. Según explica, las medidas aplicadas hasta ahora son meros parches si no van acompañadas de una transformación real de las infraestructuras escolares. Reclaman sombrar patios y pasillos, aislar térmicamente las aulas, garantizar ventilación cruzada y ampliar las zonas verdes, con huertos escolares que sirvan también como recurso pedagógico.

Rodríguez advierte de que “las aulas masificadas, sin ventilación, se convierten en invernaderos” y que en jornadas como las de esta semana el ambiente es “prácticamente inaguantable”. En su opinión, la salud de la comunidad educativa debe ser la prioridad y no puede quedar supeditada únicamente a un protocolo de actuación.

Defienden su gestión

Desde Educación defienden que sí se han dado pasos importantes en los dos últimos cursos. Según los datos remitidos por fuentes de la Consejería, se han invertido más de 9,3 millones de euros en obras RAM (Reforma, Ampliación y Mejora) en un centenar de colegios, además de 1,5 millones de euros en espacios de sombra y unos 700.000 euros en mobiliario escolar. A esto se suma un plan global en 160 centros, con un presupuesto de 6,8 millones, destinado a la creación de refugios climáticos y zonas de sombra frente a episodios de altas temperaturas.

La Consejería subraya además que el Plan Estratégico de Infraestructuras Educativas 2024-2035 contempla 235 millones de euros para medio centenar de actuaciones en toda Canarias, mientras que el Plan de Choque en el sur de Tenerife (2024-2031) movilizará 85 millones para la construcción de diez centros nuevos y la ampliación de otros veinte.

En paralelo, junto a la Consejería de Transición Ecológica, se impulsa un Plan de adaptación al cambio climático con una inversión de 30 millones de euros. Entre las medidas destacan la instalación de módulos fotovoltaicos en 56 centros educativos y el diseño del protocolo de actuación frente a episodios de altas temperaturas, con distintos niveles de respuesta en función de la alerta.

El consejero de Educación, Poli Suárez / EFE - ÁNGEL MEDINA G.

Avances y límites

El director general de Infraestructuras y Equipamiento Educativo, Iván González, reconoció en La Radio Canaria que “no hay zonas de sombra suficientes” y que las actuaciones se están priorizando en las áreas más expuestas según el mapa ClimCan: el sur de Tenerife y Gran Canaria, además de Fuerteventura, Lanzarote y zonas específicas de La Palma, La Gomera y El Hierro. Entre los proyectos en marcha destaca también un piloto de refrigeración adiabática, alternativa al aire acondicionado por su menor impacto eléctrico y mayor eficiencia en climas húmedos.

Con veranos cada vez más largos y olas de calor que se extienden a septiembre y octubre, la duda sigue viva: mientras Educación la inversión y una estrategia a largo plazo, los sindicatos sostienen que las medidas llegan tarde y a cuentagotas. A la vista de esta semana de altas temperaturas, la incógnita permanece: ¿ha hecho Canarias realmente los deberes para frenar el calor en las aulas?