El cáncer de mama sigue siendo la primera causa de muerte tumoral entre las mujeres. En 2024, de las más de 100 mil mamografías que se realizaron dentro del Programa de Diagnóstico Precoz de la Consejería de Sanidad en las Islas, 596 casos resultaron en cáncer. La detección precoz reduce un 30% la mortalidad.
No obstante, cómo todo, el sistema se puede mejorar. Y es que en Canarias, el tiempo que transcurre entre la primera sospecha y el inicio del tratamiento puede extenderse hasta los cuatro meses, según la Memoria 2024 de Gestión de Calidad del Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín, así como en declaraciones a este medio de ÁMATE, Asociación de Cáncer de Mama de Tenerife.
De la sospecha al tratamiento
De acuerdo con el informe, una paciente con cáncer de mama tarda de media entre mes y medio y casi cuatro meses en comenzar su tratamiento desde la primera sospecha. En los casos quirúrgicos, el tiempo total hasta la operación supera los 85 días, y el inicio de los tratamientos posteriores —radioterapia o quimioterapia— puede alargarse hasta cerca de los 120 días.
Las pacientes que reciben quimioterapia neoadyuvante (antes de la cirugía) inician su tratamiento en torno a los 45 días desde el primer contacto con el hospital, siendo este el grupo que menos espera.
Por tramos, la demora media desde la primera consulta a la confirmación del diagnóstico es de 24 días; del diagnóstico a la cirugía, 63 días; y del diagnóstico a la primera cita con Oncología Médica, 8 días, a los que se suman 11,5 días más hasta comenzar el tratamiento con quimioterapia.
“Todo se ralentiza”
Desde ÁMATE, su presidenta Mari Carmen Bonfante advierte que los tiempos en la isla son similares, con hasta tres meses de espera desde la primera sospecha hasta la cirugía. “El protocolo de cribado está muy bien, pero todo se ralentiza a partir de ahí. Las pacientes que acuden a nosotras se quejan del tiempo de espera hasta que te operan, que es muy largo. A veces pasan casi tres meses en total”, lamenta.
Bonfante recuerda que el proceso se complica desde la primera llamada al 012 para pedir cita con el médico de cabecera, pasando por ginecología, mamografía e informes, hasta llegar finalmente al quirófano. “Yo fui diagnosticada el 29 de febrero y me operaron el 27 de abril. Es horrible ver cómo cada noche te preocupa que eso vaya creciendo”, añade.
Entiende que es complicado con todos los casos que hay — una de cada ocho mujeres en Canarias tiene cáncer de mama, indica —, el aumento de la población y la falta de mejora de las infraestructuras sanitarias, como los quirófanos, y el propio personal médico. Pero es por ello que cree necesario acortar los pasos para así agilizar el proceso.
Listas de espera
Las mamografías son unas de las pruebas complementarias que cuentan con lista de espera en el Archipiélago. Según las listas del Servicio Canario de Salud a junio de 2025, en total había 761 personas esperando por una mamografía con una demora media de casi dos meses (58,64 días).
El número de personas en lista y la espera varía dependiendo de la isla y el centro hospitalario. El Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria es el centro con mayor número de personas en lista de espera para una mamografía, con un total de 278 pacientes pendientes. Le siguen el Hospital Universitario de Canarias (HUC), con 222 personas, y el Hospital Universitario Doctor Negrín, con 147 pacientes en espera.
En cuanto a la demora media, el HUC encabeza la lista con una espera promedio de 115,73 días, muy por encima del resto de hospitales del archipiélago. Le siguen el Hospital Doctor José Molina Orosa, en Lanzarote, con 55,43 días, y el Hospital General de Fuerteventura, con 40,25 días.
Diagnóstico precoz
Desde la Consejería de Sanidad, explican que el Programa de Diagnóstico Precoz de Cáncer de Mama ofrece cobertura al 100% de las 357.900 mujeres de entre 50 y 69 años residentes en las Islas, con una participación del 70%.
Durante 2024 se realizaron 109.936 mamografías, de las cuales 3.391 mujeres fueron derivadas a hospitales de referencia para ampliar estudios y 596 casos resultaron en diagnóstico de cáncer.
“Desde que se hace la mamografía dentro del programa de cribado hasta que se emite el informe se tarda una semana, aunque el protocolo permite hasta un mes. Y si hay sospecha de tumor, en 24-48 horas se contacta con la paciente”, aseguran desde el área.
Ampliar el rango de edad
Marisa Herrera, presidenta de la Asociación de Cáncer de Mama de Canarias, resalta la calidad del cribado: “Somos unos privilegiados porque el equipo de cribado es muy resolutivo.
No obstante, más allá de la queja de los plazos de espera posteriores, ambas asociaciones demandan ampliar el rango de edad del cribado “desde los 35 o 40 años y eliminar el límite de los 69, porque hay mujeres mayores con vidas muy activas y plenas”, apunta Herrera. A lo que Bonfante reitera que “el 30% de los diagnósticos son en mujeres menores de 40”.
