Incendio forestal de Tenerife: no hay más evacuaciones, pero tampoco realojos

Este tipo de reactivaciones son normales, sin embargo, las altas temperaturas y el viento mantienen en alerta a los equipos de extinción

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Zona de los altos del municipio de Santa Úrsula (Tenerife) donde se reactivó el incendio / EFE - RAMÓN DE LA ROCHA
Zona de los altos del municipio de Santa Úrsula (Tenerife) donde se reactivó el incendio / EFE - RAMÓN DE LA ROCHA

Que el incendio forestal de Tenerife continuaba activo aunque bajo control era una información que toda la población conocía. Sin embargo, para lo que no estaban preparados los tinerfeños era para volver a mirar hacia el monte y verlo arder tan poco tiempo después. Las reactivaciones, según el Cabildo de Tenerife, son normales en este tipo de incendios, pero las altas temperaturas y el viento de la noche complicaron las labores de control.

Las temperaturas continuarán aumentando en los próximos diez días, pero es justamente el viento lo que pone en alerta a los efectivos que trabajan en la extinción del fuego. Sin embargo, según la presidenta del Cabildo tinerfeño, Rosa Dávila, asegura que, “aunque con prudencia, queremos enviar un mensaje tranquilizador”, apunta. A las cinco de la tarde el Ejecutivo volverá a valorar la situación para determinar qué medios continúan por la noche y si se mantiene el nivel 2 que se decretó anoche. 

Continúan los desalojos

“De momento no hay realojos”, ha confirmado Dávila ante los medios de comunicación. Por tanto, los más de 3.000 vecinos que se encuentran fuera de sus viviendas tendrán que continuar, al menos de momento, fuera de ellas. 

“Las reactivaciones son normales”, repite Pedro Martínez, jefe de servicio del equipo de extinción de incendios del Cabildo insular. Además, explica que muchos sitios son inaccesibles para los trabajadores, “hemos tenido accidentes con las brigadas porque los árboles siguen ardiendo en el interior y no podemos trabajar para mantener la seguridad de los trabajadores”. A esto se añade la amplitud del perímetro del incendio. Manifiesta que, si las temperaturas fueran normales a la época, “lo normal es tardar dos o tres meses en su extinción”. Sin embargo, en el mes de octubre se ha llegado a superar los 30 grados, “algo que no es habitual y que alimenta estos focos”.