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Sociedad

Indiana Jones, el 'antiarqueólogo' que distorsiona la imagen de la profesión

El arqueólogo canario Marco Moreno explica qué diferencias existen entre lo que se muestra sobre su trabajo en las películas de Harrison Ford y la realidad

2 minutos

Indiana Jones en una de sus películas / EUROPA PRESS

Han pasado 15 años desde que Indiana Jones viajó hasta Perú para encontrar una calavera de cristal mientras era perseguido por agentes de la Unión Soviética. La película, estrenada en 2008, tuvo una gran aceptación como el resto de la saga y ahora pretende volver a cosechar el mismo éxito con un nuevo largometraje que llegó a la gran pantalla este miércoles. El personaje encarnado por Harrison Ford ha marcado a varias generaciones con sus aventuras para buscar objetos de civilizaciones antiguas. Pero la pregunta es: ¿existen similitudes entre él y un arqueólogo de la vida real?

El canario Marco Moreno, experimentado en el oficio de estudiar sociedades pasadas, tiene clara la respuesta: “Indiana Jones ofrece una imagen idílica e inexistente de lo que es la profesión”. “Es un señor que trabaja solo y se dedica a expoliar”, exclama. Destaca que lo único bueno del famoso aventurero es que en varios de los filmes cede a los museos los objetos que encuentra. “Lo que no son tan buenos son los métodos que utiliza. Fíjate que en el Arca Perdida, cuando está en la selva amazónica, roba una especie de tesoro a unos indios de la zona”.

Indiana Jones en una de sus películas / EUROPA PRESS

Cucharilla en vez de látigo

Todo lo que él hace, recoge y recopila”, explica, “es a base de percances y aventuras que poco tienen que ver con el trabajo de la arqueología”. Moreno reconoce que no se ha perdido ni una de las películas de Indiana Jones y está deseando ir al cine este viernes para disfrutar de la quinta parte. Pero indica que en todas “tienes que ser consciente como espectador de que no tiene nada que ver con la realidad”.

Moreno manifiesta que el personaje de ficción “es posiblemente el antiarqueólogo”, dado que “ha generado una perversión con respecto a la profesión”. Entre risas cuenta que “la gente piensa que vamos por ahí con un látigo, cuando realmente vamos con una cucharilla y una pala”. “La chaqueta está bonita, pero con este calor no la podemos llevar”, añade con ironía.

Indiana Jones en una de sus películas / EUROPA PRESS

Investigación científica

“Vamos con drones, hacemos analíticas de carbono 14, isotopos, trabajas para un equipo de varias personas… Y todo lo que tú recabas tiene que acabar publicado en revistas arqueológicas porque debes devolver a la sociedad lo que estás haciendo. Ese material acaba en los museos”, atestigua.

Moreno piensa que si no hubiera existido nunca Indiana Jones “la arqueología sería mucho más desconocida”. Aunque la imagen que han ofrecido la saga de la profesión hace que cuando hay un descubrimiento arqueológico “en los medios se pongan adjetivos que lo venden casi como titulares de películas”. “Tú eres consciente de que no vas a descubrir grandes tesoros, además él todo lo que descubre está intacto”, matiza.

Marco Moreno durante unos trabajos arqueológicos / RAFA AROCHA

"Los arqueólogos cobramos"

El canario hace una reflexión que puede parecer obvia, pero que en las películas de Harrison Ford no tanto: “Los arqueólogos cobramos”. “Se crea el falso mito de que lo que hacemos es tan ‘chachi’ que no tenemos por qué cobrar. Algunas personas me dicen que querían ser arqueólogos, pero no sabían de qué iban a comer”, expresa.

Otra característica de las películas, resalta Moreno,  es que “explotan muchísimo” que la arqueología tiene una parte romántica de lugares lejanos y de civilizaciones perdidas. “Muestran una idea hiperromántica y fantasiosa de lo que es la arqueología”, desarrolla.

“La vida del arqueólogo es meterse en la biblioteca, leer mucho, trabajo de campo, hacer un informe, buscar financiación para proyectos…”, sentencia.