Una vecina de Guía de Isora pide justicia para su perrita, cuyo nombre era Chuzi. Según denuncia, la perrita se escapó de su casa y, tras ser encontrada muerta en la carretera fue "succionada por una barredora” y ahora “desconoce su paradero”.
Pilar, dueña de Chuzi, ha dado a conocer el caso a través de las redes sociales e insiste en que ha presentado una denuncia ante la Guardia Civil. Cuenta a Atlántico Hoy que lo único que pide es que se haga justicia y no vuelva a suceder algo así. “No pude ni incinerar a mi perrita, que era mi todo. Me dicen que está en el PIRS, y allí es imposible de buscar nada”, se lamenta.
Desde el ayuntamiento apuntan a este medio que la perrita no fue succionada por la barredora, y que el operario la depositó en una bolsa para trasladarla al parque de la empresa de limpieza. “Se adelantó el protocolo por seguridad en la vía”, insiste a Atlántico Hoy el concejal de Servicios, Domingo Perdomo.

"No se nada de ella"
Los hechos se remontan a la semana pasada. Pilar cuenta que recibe la visita de un familiar cuando la perra se escapa. “Me pareció raro porque a ella le daba miedo ir hacia la carretera”, explica. A partir de ahí comienza la búsqueda, y según narra recibe el aviso de una vecina de que la perra estaba muerta en la carretera, y posteriormente le cuentan que "la había cogido" una barredora.
“Me reconocieron que a la perrita la recogió la barredora para no tirarla al contenedor y que diese olor. Me dijeron que fuese a mirar en los contenedores por si se encontraba allí, pero ya estaban vacíos. Hay un protocolo para este tipo de casos, y cuando un operario de limpieza encuentra a un animal muerto en la calle tiene que avisar a la empresa. Mi perrita no tenía chip, pero no es excusa. No se donde está”, cuenta Pilar, quien pone en valor la atención que recibió por la Guardia Civil así como de la Policía Local quienes la ayudaron en su búsqueda.
Ayuntamiento
El concejal de Servicios del consistorio asegura a este medio que la perrita no fue succionada por la barredora, sino que fue recogida por el operario al ver al animal muerto en la carretera y entregado en una bolsa al parque de la empresa encargada.
“Cuando hay un animal muerto en la vía pública se encarga la empresa de la recogida de basura. El trabajador de la barredora vio al perro y lo que hizo fue llevarlo en una bolsa hasta el parque donde están los contenedores. Se adelantó el protocolo en sí, pero porque decidió no dejarlo en la calle por seguridad, y tampoco podíamos saber de quién era porque no tenía microchip”, cuenta.