Juicio contra Ramírez: SIC pudo manipular el cálculo de nóminas para no contabilizar las horas extra

Seguridad Integral Canaria contrató a otra empresa cuyo software facilitaba el cálculo de nóminas, pero era SIC quien podía decidir si las dietas o las horas extras quedaban fuera del pago

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El empresario Miguel Ángel Ramírez (c) conversa con el otro acusado en la causa, Héctor de Armas (i) al inicio del juicio. / EFE-ELVIRA URQUIJO
El empresario Miguel Ángel Ramírez (c) conversa con el otro acusado en la causa, Héctor de Armas (i) al inicio del juicio. / EFE-ELVIRA URQUIJO

La cuarta sesión del juicio contra Miguel Ángel Ramírez y Héctor de Armas por un presunto fraude contra la Seguridad Social y Hacienda empieza a pesar entre testigos, defensa, acusación e, incluso, entre medios de comunicación. El que menos cansado parece es el acusado principal, el presidente de la Unión Deportiva Las Palmas, que sonreía no solo en el exterior de la sala, sino también en el interior cuando, de vez en cuando, se dirigía hacia su abogado. 

Fueron catorce los testigos que se sentaron en el banquillo a declarar, todos ellos —menos uno— exempleados de Seguridad Integral Canaria (SIC). El único que no trabajó para la compañía de Ramírez fue Fernando Monclús Gazquez, portavoz en el juicio de la empresa Freematica SL. Esta se dedica a la creación de un software para la gestión empresarial. Cuentan con una aplicación donde los clientes aglutinan toda la información sobre el negocio y pueden optimizar la liquidación del personal por horas, garantizar una facturación precisa por turnos, facilitar el cálculo de nóminas

¿Manipulación?

Seguridad Integral Canaria era cliente de esta empresa. ¿Qué pasaba en el caso de las nóminas —uno de los asuntos que ha llevado a Ramírez y de Armas a los juzgados—? “La empresa puede configurar sus propios conceptos a través de la formulación”, explicó Monclús Gazquez. Por ejemplo, puede crear un concepto en el que quiere que se le pague la Seguridad Social al trabajador según el convenio nacional, “o según cualquier otro mecanismo que el propio cliente determine”. Esto significa que el propio usuario, es decir, SIC, es quien puede determinar que las dietas queden exentas del pago de la nómina y que se hagan a través de un segundo ingreso

Del proceso anterior se realizan copias diarias que los clientes pueden solicitar cuando deseen. Ante esto, la acusación pregunta si esos datos pueden ser modificados por SIC una vez entregados. “Si cuentan con los técnicos para ello, sí”, respondió Monclús Gazquez. Aunque esa afirmación no confirma que esa manipulación sucediera, lo cierto es que la respuesta fue seguida por un momento de reflexión. 

Misma línea

Los nuevos testigos han afirmado, en la misma línea que los anteriores, que durante el tiempo que trabajaron el Seguridad Integral Canaria cobraron las horas extra como dietas u otros conceptos exentos de cotizar. Además, también afirmaron que, tanto el sueldo que percibieron como las cantidades por la horas de más, eran inferiores a las recogidas en el convenio nacional —aunque no se regían por este, algo que algunos trabajadores desconocían, sino por un convenio propio de empresa—. 

La mayoría de estos testigos, algunos de los cuales han declarado por videoconferencia, han insistido en que se desplazaban a su lugar de trabajo en su vehículo y que no recibían dietas por desplazamiento o manutención, y uno de ellos, que trabajó once años para SIC ha explicado que si hacían horas extras se las pagaban a 5,71 euros la hora, cuando la cantidad establecida en el convenio eran 9 euros.

Exempleado de Miguel Ángel Ramírez en el juicio / ATLÁNTICO HOY - G. DÍAZ MEDINA
Exempleado de Miguel Ángel Ramírez en el juicio / ATLÁNTICO HOY - G. DÍAZ MEDINA

Olvidos, ‘suplidos’ y desplazamientos

Muchos de los testigos ya no recordaban cuántas horas extra habían llegado a hacer o a qué correspondía el segundo ingreso fuera de nómina que recibían por parte de SIC. Otros señalaron que, en el último periodo de la empresa, tuvieron problemas para cobrar el sueldo pero que, tras denunciar los impagos, se los pagaron. 

Asimismo, dos exvigilantes que prestaron sus servicios en Madrid negaron haber trabajado en lugares como Trujillo (Cáceres), Segovia o Guadalajara como declaró la empresa a la Inspección de Trabajo para justificar los pagos de los desplazamientos. Estos dos testigos han negado haber recibido dietas por desplazamientos. Uno de ellos ha asegurado que "nunca cobraba las horas que hacía y siempre le quedaba "un pico a deber" pese a reclamarlo, y que en 2011 cobró 3.008 euros en concepto de suplido, pero desconoce si ese dinero correspondía a horas extras o al finiquito.

Aunque el letrado de la Seguridad Social sostiene que el pago en concepto de “suplido” era otra de las formas utilizadas por SIC para evitar pagar las cotizaciones debidas a sus trabajadores, muchos de los testigos recuerda haber recibido pagos con ese concepto —pagos que, según el letrado, llegaron a ser de más de 8.000 euros en algunos casos—.

Resumen

La primera jornada del juicio prometía ser todo un evento. Duró más de cinco horas y se escucharon cosas absolutamente inesperadas: "Eso funcionaba como en la época de los nazis, ellos son los que mandan y te sacan el pellejo. O te ibas por tu propio pie o mueres reventado en el servicio. Era como el partido nazi”. El segundo día fue más tranquilo y duró menos de tres horas. Las declaraciones en su mayoría coincidieron, pero también es cierto que existieron ciertas contradicciones. Algunos testigos declararon que cobraban 3 euros por hora extra, en esa segunda sesión algunos hablaron de 5,70 euros y hasta de 6 y 7 euros. De hecho, dos antiguos trabajadores apoyaron la tesis de la defensa del presidente de la UD Las Palmas asegurando que les abonaban el kilometraje y la comida.

Hasta ahora no han declarado ni los testigos de la defensa ni los propios acusados, que lo harán el próximo 19 de julio. Queda esperar, una semana más, para conocer el desenlace de una historia que parece no tener final.