Lola Padrón fue designada en 2024 como la primera Diputada del Común de Canarias tras casi 40 años de institución. A punto de cumplirse su primer aniversario al frente, valora como "muy duro" el transcurso del año desde su toma de posesión.
Licenciada en Pedagogía y maestra, Padrón cuenta con una importante trayectoria política y de representación institucional, marcada también por ser pionera como alcaldesa de su municipio, Puerto de la Cruz, desde el año 2007 al 2011.
En 1991 comenzó su experiencia en la administración pública como concejala de Educación y de La Mujer en el ayuntamiento portuense hasta 1995, y entre 1994 y 1998 como secretaria de Juventud y de La Mujer.
Desde 1997 hasta 2003 fue diputada regional del PSC-PSOE en dos legislaturas del Parlamento de Canarias, presidenta del grupo parlamentario Socialista entre 2011 y 2015 así como delegada del Gobierno de Canarias en Madrid desde 2019 a 2023.
Mantenerse después de romper el techo
Si bien ser pionera es una buena noticia, el trabajo no está hecho porque "aunque rompas un agujerito por donde entra un pequeño rayo, el techo de hormigón sigue ahí, y lo más duro en mantenerse", asegura.
Padrón es una persona admirada por su labor, implicación y dedicación a la sociedad. De hecho su antecesor, Rafael Yanes, decía en una entrevista a Atlántico Hoy que Lola Padrón no necesitaba “ningún tipo de consejo porque conocía la administración pública muy bien” y es una persona “muy sensible con los problemas sociales".
Por ello, para la Diputada del Común es muy importante salvaguardar y garantizar los derechos de las personas que acuden a denunciar su caso a la Diputación, respetando su dignidad sin poner nombres y apellidos sobre la mesa.
Pobreza invisible
El motivo principal de la dureza de este año es que la pobreza invisible se hace visible en la Diputación. “Sobre todo en aquellas personas que aunque tengan un salario digno no encuentran vivienda, no reciben ayudas para la dependencia o no tienen el grado de discapacidad tramitado. Esto hace que las familias canarias cada vez sean más pobres”, valora.
Desde la institución han comprobado la necesidad de reorganizar los servicios para dar una mayor respuesta a las personas. "Entendemos que la burocracia no puede ser un muro ni una pared”, señala. Esta complicada burocracia, cuenta, genera que los afectados den la espalda a un modelo que no les responde. “En la última conferencia que tuvimos en el País Vasco, todos los defensores del pueblo sacamos un decálogo donde se planteaba que la burocracia y la administración pública debe girar hacia la empatía, cercanía y reducción de trabas”, apunta.
Vivienda, dependencia y violencia de género
La vivienda, junto a la dependencia, es una de las cuestiones que más le preocupan, y para ambas hay líneas de trabajo. “En vivienda, por ejemplo, recogimos el testigo de un informe que vamos siguiendo continuamente. Tenemos problemas sobre todo con el cobro de la contribución a personas que tienen viviendas sociales. Estamos esperando una respuesta clara del Instituto Canario de la Vivienda y Visocan porque no se debe cobrar ni contribución ni alquileres excesivos a las familias más vulnerables”, valora.
Pero las quejas de vivienda que más necesitan un esfuerzo de mediación con la comunidad son de las mujeres víctimas de violencia de género con hijos a su cargo. “Nos vemos realmente atrapados a la hora de buscar una solución. El Gobierno debería apurar y enfocar todos los esfuerzos en dedicar viviendas de alquiler exclusivamente para estas mujeres. Hace falta un plan de choque específico porque estamos hablando violencia en mujeres, menores, vicaria y un segundo maltrato que es no encontrar un techo donde vivir”, reflexiona.