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Más de 150.000 canarios esperan por una cita con un médico especialista. / AH

Más de 150.000 canarios esperan por una cita con un médico especialista

Oftalmología, Dermatología y Otorrinolaringología son las especialidades con más demora en la sanidad pública canaria

Las listas de espera para acceder a una consulta con especialistas en los hospitales públicos de Canarias alcanzaron en junio de 2025 un total de 150.975 pacientes, según los últimos datos oficiales de la Consejería de Sanidad.

El pódium de las especialidades con más demanda para consulta son Oftalmología, alcanzando casi 32.000 personas a la espera, así como Dermatología (24.127 pacientes) y Otorrinolaringología (19.581). Las listas también se disparan en Rehabilitación (15.000) y Traumatología y Cirugía Ortopédica (12.901). En conjunto, estas cinco disciplinas suman más de 100.000 pacientes, lo que supone dos tercios del total regional.

Depende del hospital 

El reparto de la presión varía entre hospitales. El Insular de Gran Canaria es el centro con más carga, con 41.584 pacientes en espera, seguido muy de cerca por el Complejo Hospitalario Universitario de Canarias (CHUC), en Tenerife, que registra 40.252. El Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria, también en Tenerife, suma 34.765 pacientes, mientras que el Hospital Universitario Dr. Negrín, en Gran Canaria, alcanza los 21.202.

En un segundo escalón, el Materno Infantil de Canarias presenta 5.367 pacientes, el Doctor José Molina Orosa de Lanzarote 2.791, y tanto el General de La Palma como el General de Fuerteventura rondan los 1.800.

En los hospitales de menor tamaño, como el Nuestra Señora de Guadalupe en La Gomera, con 788 pacientes, o el Nuestra Señora de los Reyes en El Hierro, con 571, las cifras son considerablemente más bajas, aunque igualmente significativas en proporción a la población que atienden.

Según la especialidad 

Por áreas concretas, en Oftalmología sobresale la presión en el CHUC, con 10.531 pacientes, y en el Hospital de La Candelaria, con 6.877, aunque también el Insular de Gran Canaria acumula más de 6.700. La Dermatología sigue un patrón similar: el CHUC concentra 10.056 pacientes y el Insular 5.990, mientras que en La Candelaria la cifra asciende a 7.320.

En Otorrinolaringología, la mayor carga se registra igualmente en Tenerife, con 6.766 pacientes en La Candelaria, frente a 3.786 en el Insular. La Rehabilitación, por su parte, alcanza los 5.953 pacientes en el CHUC y los 5.100 en el Insular, mientras que en Traumatología y Cirugía Ortopédica los picos se encuentran en Gran Canaria, con 6.381 pacientes en el Insular y 3.531 en el Hospital Dr. Negrín.

Una especialista realiza el seguimiento digital de lesiones en la piel de una paciente a través de una aplicación móvil

Mayor y menor presión 

Además de las cinco especialidades con mayor carga de demora, también muestran cifras relevantes la Neurología, con 6.833 pacientes; la Ginecología, con 5.244; la Urología, con 4.498; y la Psiquiatría, que acumula 3.270. Todas ellas reflejan, asimismo, desigualdades dependiendo del complejo hospitalario. 

La Neurología suma más de 2.000 pacientes en el Insular de Gran Canaria y otros 2.182 en La Candelaria. La Ginecología concentra la mayor parte de sus listas en La Candelaria (2.382) y en el Insular (2.090), al igual que Urología, que alcanza picos con 2.665 en el hospital tinerfeño y 815 en el grancanario. La Psiquiatría, otra de las áreas de creciente demanda, cuenta con 1.827 pacientes en el Insular y 590 en el CHUC, además de varios cientos en el resto de islas.

En contraste, hay especialidades que apenas generan presión en el sistema, como la Cirugía Cardíaca, con solo 16 pacientes en toda Canarias; la Cirugía Torácica, con 154; o la Cirugía Pediátrica, que apenas llega a 486.

Agilizar las consultas 

Aunque las listas puedan parecer todavía elevadas, el total de personas a la espera de una consulta con un especialista a 30 de junio de este año (150.975) son 7.559 pacientes menos que en enero, según la Consejería de Sanidad. Del último semestre del año pasado al primer semestre del actual, el descenso de la demora en estas listas es de un 4,8%. 

Uno de los principales retos que se le presentan al Servicio Canario de Salud (SCS) para continuar logrando una bajada es agilizar estas consultas. No obstante, entre los hándicaps para conseguirlo se encuentra el absentismo de los pacientes a la consulta. Según declaró el SCS a El País, el porcentaje de inasistencias asciende al 20-30%, dependiendo del hospital. 

Medidas implantadas 

Entre las medidas implantadas para solventar esta situación, destaca una herramienta informática para la gestión de consultas, cuyo objetivo es reducir las inasistencias y optimizar las agendas de los especialistas. Según explicó la consejera de Sanidad, Esther Monzón, entre un 3 y un 4% de las citas se reprograman gracias a este sistema. La aplicación también permite que el 1% de las consultas sea anulada directamente por el paciente mediante un SMS, lo que facilita liberar huecos en las agendas.

En los primeros meses de funcionamiento, la experiencia ha demostrado que el 95% de los pacientes confirman su asistencia a través de mensaje de texto o llamada telefónica. En los casos en los que no hay respuesta, el Servicio Canario de la Salud activa una intervención telefónica con hasta tres intentos antes de dar la cita por anulada.

Monzón añadió que esta herramienta, junto al visor de historia clínica única, está ayudando a evitar pruebas duplicadas y retrasos innecesarios. Además, confirmó que el SCS mantendrá su plan de derivar a pacientes a la sanidad concertada privada como apoyo para aligerar las listas de espera en consultas externas.

Falta de especialistas 

No obstante, la gestión de las consultas con los pacientes no es el único factor que tambalea el sistema. Los sindicatos también denuncian una falta de renovación de las infraestructuras acorde al volumen de población, así como las condiciones laborales de los especialistas en las Islas. 

La falta de ofertas de empleo para adquirir una plaza fija y las malas condiciones laborales, entre ellas las bajas retribuciones, están afectando a la estabilidad de los especialistas de la sanidad pública canaria, que terminan optando por marcharse a otras comunidades o a la sanidad privada.