Un hombre ha sido denunciado por agentes de la Policía Local de Las Palmas de Gran Canaria por conducir un patinete eléctrico en estado de embriaguez por la Avenida Marítima de Las Palmas de Gran Canaria.
El conductor sufrió una caída fortuita ya que presuntamente el consumo de alcohol le había mermado sus facultades para manejar el patinete y dio positivo en el control de alcoholemia al que fue sometido.
Rechazó ayuda sanitaria
Además, el varón de mediana edad, que resultó con heridas de diversa consideración entre laceraciones, raspones en la cara y traumatismos leves, no aceptó la ayuda de los agentes. Los policías le ofrecieron la posibilidad de ser atendido por una ambulancia del Servicio Canario de Urgencias (SUC), pero lo rechazó.
El varón se enfrenta a una multa que puede ir desde los 500 hasta los 1.000 euros. En el caso de las sanciones por conducir bajo los efectos del alcohol un patinete eléctrico existe una multa mínima de 500 euros a las personas que dan positivo con entre 0,19 y 0.30 miligramos por litro en aire espirado o una sanción máxima de 1.000 por dar entre 0,31 y 0,60 miligramos.
Los agentes de la Policía Local tuvieron que ponerse en contacto con los familiares del accidentado que lo acompañaron hasta un centro de salud por sus propios medios, ante su negativa de ser atendido en el lugar de los hechos. Uno de ellos se hizo cargo del patinete.
Usuarios que han perdido el carnet de conducir
Según fuentes consultadas por Atlántico, este tipo de hechos están sucediendo con mucha más frecuencia de la deseada. “Como no se necesita permiso, hay muchos usuarios de patinetes eléctricos que tienen retirado el carnet de conducir y utilizan estos Vehículos de Movilidad Personal (VMP)”, asegura un portavoz de la Policía Local.
“Estamos muy preocupados porque si los utilizan después del consumo de alcohol y otras sustancias, se cometen muchas infracciones y ponen en peligro sus vidas y las de otros ciudadanos”, concluye.