En España, pedir unas tapas o pinchos con una caña es casi un ritual. Sin embargo, en Canarias, esa costumbre tiene nombre propio y un sabor particular. Aunque es normal llegar a las islas y ver cómo el término tapas se ha extendido, lo auténtico sería pedir un enyesque, una palabra muy canaria.
Este término no solo tiene historia, sino también reconocimiento oficial. La Real Academia Española define "enyesque" como tapa o aperitivo, pero la Academia Canaria de la Lengua lo matiza como una pequeña porción de comida que se sirve junto a una bebida. Y sí, eso que en otras partes del país se acompaña con una cerveza, aquí tiene identidad propia.
El sabor del enyesque
El enyesque no es una tapa cualquiera. En las mesas de Gran Canaria, Tenerife, Fuerteventura o Lanzarote, lo habitual es que se sirvan productos locales como papas arrugadas con mojo, queso curado, escaldón, chorizo de Teror o morcilla dulce. Y si tienes suerte, también podrás probar lapas con mojo verde, una delicia del mar con todo el sabor isleño.
Aun así, la cocina canaria no vive de espaldas al resto de España. En muchos bares y guachinches es fácil encontrar tapas populares como la ensaladilla rusa, tortilla de papas, albóndigas en salsa, gambas al ajillo o incluso un buen chorizo a la sidra, importado del norte peninsular.
Tradición con identidad
Lo bonito del enyesque es que no solo cambia el nombre, sino que se convierte en una forma de reivindicar la identidad culinaria de Canarias. Porque aquí, incluso lo más tradicional se hace con un toque diferente, con ingredientes de la tierra y ese sabor a cercanía que define la gastronomía canaria.
Así que ya lo sabes: si este verano aterrizas en alguna isla y te apetece algo de picar con tu cerveza, olvídate de pedir una tapa. Porque en Canarias, hasta el picoteo tiene acento propio.
