Canarias es la comunidad autónoma con la menor esperanza de vida al nacer de toda España, un dato que se mantiene estable en los últimos años y que preocupa a los expertos. Así lo recoge la tercera edición del Ranking de Territorios por la Economía Sénior, elaborado por el Centro de Investigación Ageingnomics de Fundación Mapfre y presentado este martes en Las Palmas de Gran Canaria.
Juan Fernández Palacios, director del centro, fue contundente: “Es difícil encontrar una explicación única, pero hay margen para actuar: la promoción del envejecimiento saludable, la mejora de la sanidad preventiva y las campañas públicas de concienciación son claves para revertir esta tendencia”.
Aunque todas las comunidades se sitúan en torno a una esperanza de vida media de 82,7 años, la distancia entre Canarias y regiones como Madrid —con más de dos años de diferencia— evidencia desigualdades estructurales. La situación, según Fernández, está relacionada con factores como la calidad de los servicios sanitarios, el acceso a campañas de prevención y el estilo de vida de la población.
Pensiones bajas
El informe muestra también que Canarias tiene uno de los patrimonios medios en planes de pensiones individuales más bajos de España, con apenas 7.289 euros, situándose en penúltima posición. Además, la pensión media de jubilación es de 1.271 euros, lo que coloca al Archipiélago en el puesto 11, por debajo de la media nacional.
Aunque un 13,6 % de los sénior canarios dispone de un plan de pensiones privado —cifra algo inferior a la media nacional del 16,8 %—, la falta de recursos económicos sigue siendo una barrera importante para el bienestar de este colectivo, según el informe.
Baja participación laboral
Otro de los retos señalados es el bajo índice de actividad laboral entre la población mayor de 55 años. Con una tasa de actividad del 30,9 %, Canarias cae un puesto respecto al año anterior y se coloca en la 14ª posición. La tasa de ocupación también es baja: solo el 19,5 % de los mayores de 55 están trabajando, situando a la región en la 15ª posición.
Juan Fernández insistió en que “la permanencia de los sénior en el mercado laboral debe promoverse de forma voluntaria y flexible, no solo por razones económicas, sino también para su propio bienestar y el equilibrio del sistema”. Recordó que, en muchos sectores, ya hay carencia de mano de obra joven, y que los sénior pueden aportar experiencia y continuidad si se les ofrecen condiciones adecuadas.
Escasa representación
El informe revela además una escasa representación de los sénior en la vida política canaria. En los gobiernos autonómicos, el porcentaje de consejeros mayores de 55 años ha caído del 5º al 13º puesto en el ranking, situándose en un 23 %. A nivel municipal, Las Palmas de Gran Canaria también ha retrocedido: del segundo al séptimo lugar entre las grandes ciudades analizadas, con un 31 % de concejales sénior.
Fernández advirtió que “la experiencia vital debe tener mayor peso en la representación institucional; no se trata de una cuota, sino de reflejar de forma realista el ciclo de vida de la población”.
Infraestructuras sociales insuficientes
Aunque Canarias se sitúa en segunda posición en número de plazas en centros de día por cada 10.000 mayores de 65 años (145,52), el resto de indicadores de infraestructuras sociales son desfavorables. La comunidad es la 16ª en plazas residenciales y la 15ª en cobertura asistencial sénior, con solo un 5,06 %.
El informe también advierte de una gran disparidad entre comunidades autónomas en la atención a la población sénior, en función de sus políticas sociales. Canarias, en este sentido, aún tiene un largo camino por recorrer para igualar sus servicios al resto del país.
Un modelo en revisión
De los 25 indicadores analizados en el estudio, Canarias obtiene posiciones destacadas solo en dos. Según Alfredo Montes, patrono de Fundación Mapfre Canarias, “no son datos amigables. Pero creemos que pueden servir como hoja de ruta para la mejora: saber dónde estamos es el primer paso para avanzar”.
Uno de los pocos aspectos positivos es el alto porcentaje de mayores de 75 años que utilizan tecnologías TIC, donde Canarias lidera el ranking nacional. Sin embargo, la propia Fundación Mapfre reconoce que este logro no compensa las carencias estructurales que afectan a la calidad de vida de la población sénior en el Archipiélago.
