En Canarias se estima que hay más de 40 establecimientos que se usan a modo de mezquita. Pronto habrá uno nuevo en Santa Cruz de Tenerife, ya que la Comunidad Musulmana de la isla ha adquirido un local mayor que el que usan actualmente para su uso como mezquita, pues el aumento de fieles ha dejado pequeño el actual.
“Que haya una o varias mezquitas en las islas no debe sorprendernos ni atemorizarnos”, apunta Vicente Zapata, Catedrático de Geografía en la ULL, quien también encabeza el proyecto Juntas en la misma dirección y es director del Observatorio de la Inmigración en Tenerife. Zapata ha trabajado en diferentes proyectos de integración en las islas, algunos de ellos centrados en las diferentes etnias y religiones que se encuentran en Canarias.
Un lugar para culto
Según apunta, que existan estos espacios tienen que ver con el pleno desarrollo de un derecho fundamental. “En nuestro país hay libertad religiosa, hay culto y las personas tienen toda la libertad del mundo a buscar un lugar donde cumplir con su culto”, apunta al respecto de la variedad de centros dedicados a las religiones que hay en la isla, que aunque el catolicismo sea mayoritario también pasa por musulmanes, evangélicos o bahá'í.
“Igual que en cada barrio hay una iglesia católica, otras personas que practican otras religiones tienen todo el derecho del mundo a buscar un lugar donde reunirse y poder orar o poder aprender”, apunta.
Donde apoyarse
La comunidad musulmana en la isla tiene un largo recorrido, que se remonta al siglo pasado, pero la migración de personas desde países musulmanes, algunos a través de la ruta canaria, ha derivado en un aumento de fieles en los centros de culto. Estos también desarrollan un trabajo fundamental en la integración de quienes llegan a las islas sin ningún bien ni raíz en la que apoyarse.
“Tenemos experiencias, especialmente en el sur de la isla, donde la comunidad musulmana y las propias mezquitas han colaborado a que la estancia de estas personas, muchas veces transitorias, se pueda desarrollar en las mejores condiciones, desde el punto de vista emocional, incluso material”, apunta al respecto de la colaboración social que se pone en marcha.
Conocer al prójimo
Respecto a las posibles reticencias que pueda ocasionar a vecinos, Zapata valora que son las mismas que podría ocasionar cualquier otra congregación religiosa o actividad. “Sabemos que normalmente no nos gusta que cerca de nuestra casa haya algún elemento que genere una reunión de cualquier cosa, porque normalmente lo relacionamos con molestias a nuestro desarrollo, pero más allá de esto no creo que pueda haber ningún tipo de problema”, valora.
La receta que aconseja el geógrafo es “evitar los estigmas” y conocer a las personas que conviven en nuestro barrios y las diferentes culturas y religiones que habitan en el mundo. “Hay que intentar normalizar este tipo de cuestiones, es un tema de que nos acerquemos unos a otros y nos intentemos conocer mejor”, aconseja.
Un caso de integración
En este sentido desde el el proyecto Juntas en la misma dirección han desarrollado actividades fundamentales para favorecer la integración. Es el caso de lo que sucedió hace varios años El Fraile, Arona, donde estuvieron trabajando por las reticencias que existían por la existencia de la mezquita, “es porque la vecindad no la conocía, no había estado nunca dentro, ni sabían cómo se desarrollaba el culto”.
La estrategia a seguir para impulsar la vecindad fue que la comunidad musulmana abriera las puertas para una visita por parte de los vecinos y se explicara. Según apunta Zapata a raíz de esta apertura de puertas, se cedieron instalaciones para la celebración de actividad y nació el rezo interreligioso, una actividad que reunió a personas de diferentes etnias y religiones para compartir
“Los líderes religiosos de diferentes confesiones hicieron actividades interesantes, porque las religiones tienen muchísimas cosas en común. A raíz de ahí se generó un entorno de convivencia cultural muy relevante, que tuvo proyección internacional y que queremos recuperar”, explica sobre la intención de traer de vuelta el rezo interreligioso. De hecho, desde el proyecto Juntas en la misma dirección desarrollan el Diálogo Interreligioso Tenerife, en la que reúnen a diferentes líderes religiosos de la isla para "promover la unión amorosa en la diversidad espiritual".
