El Pacto Migratorio europeo sigue repitiendo errores del pasado

Fundación Alternativas presenta el Informe África 2024 en el que se analiza la migración del continente africano hacia Europa con las consecuencias que puede tener este acuerdo

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Foto de familia de la presentación del 'Informe África 2024 el Pacto Migratorio y de Asilo Europeo' / ATLÁNTICO HOY
Foto de familia de la presentación del 'Informe África 2024 el Pacto Migratorio y de Asilo Europeo' / ATLÁNTICO HOY

El Pacto sobre Migración y Asilo firmado por el Parlamento Europeo el pasado diciembre sigue sin ser del agrado de muchos agentes implicados, sobre todo debido al endurecimiento de los requisitos de acogida y mayor control de las fronteras que provocan “la desprotección de derechos humanos y de garantías de los inmigrantes”. 

Así lo expone Vicente Palacios, director de Política Exterior de Fundación Alternativas, que presenta el Informe África 2024. En él se analiza la migración del continente africano hacia Europa con las consecuencias que puede tener este acuerdo, que para Beatriz Mesa, profesora asociada a la Universidad Internacional de Rabat, “reproduce errores del pasado”. 

Sin pensar en los derechos de los migrantes

Según Palacios, este pacto va a resultar “bastante duro para cualquier migrante”, al endurecer las condiciones de entrada y “posiblemente las garantías jurídicas” que puedan tener las personas migrantes a la llegada. Para el experto supone una paradoja, por ejemplo, la intención de agilizar la resolución de los dossieres de los inmigrantes, pues el endurecimiento implica que “se le expulsa casi de inmediato, se demora en centros de detención - con lo que no se estaría resolviendo el problema - o se aumenta la otorgación de visados, sin conocer las condicionalidades que puede haber para ello”. 

Juan Carlos Lorenzo, coordinador de CEAR en Canarias, añade que así se reduce la garantía jurídica y se fomenta que territorios como el Archipiélago sigan funcionando como “espacios de retención”. 

Esto se debe, explica Palacios, a que el acuerdo “no estaba pensado en su origen realmente para proteger los derechos de los migrantes, sino para poner la casa en orden de la Unión Europea”. 

Externalización de la migración

Beatriz Mesa coincide en este pensamiento e indica que este tipo de pactos “reproducen errores del pasado” porque Europa no abarca el problema desde sus raíces. La experta señala que lo necesario, aunque “sea muy profundo”, es “transformar los modelos económicos de los países” de origen. 

Sin embargo, Europa con este acuerdo vuelve a “externalizar la migración”, apunta Palacios. Esto “acentúa la vulnerabilidad de nuestros migrantes”, añade Mesa, al pedir de nuevo a países de tránsito, como Mauritania, Argelia, Egipto o Túnez “que sean los que controlen las migraciones” y, en palabras del director de Fundación Alternativas, sirvan de “barrera de entrada o dique de contención a cambio de unas condiciones favorables económicas”. 

Mesa denuncia que estos países “realmente ni gestionan ni controlan, sino que utilizan medidas de represión”, fruto de “negociar con grupos armados”, que al ser “actores no estatales van a cumplir con ese parámetro que Europa exige sin respetar nada” y se siguen reproduciendo “mecanismos equivocados” sin generar “ningún canal de seguridad”, a pesar de tener “más de 30 años de experiencia en migraciones”. 

El futuro de la migración

La situación de los países de origen queda recogida en el Informe África 2024, siendo uno de los principales motivos de la migración irregular, junto al cambio climático, fomentando así el círculo vicioso de esta movilidad. 

El documento recoge que la inestabilidad política impide un desarrollo económico y social y parte de la población se ve obligada a escapar de la violencia, como es el caso del conflicto en Sudán que en 2023 supuso el desplazamiento de seis millones de personas o los cambios de gobierno en los países del Sahel, que no contribuyen a la mejora de las condiciones de vida de la población. 

Asimismo, el informe apunta que el crecimiento de la población mundial durante la próxima década se concentrará en África, por lo que si persisten estas problemáticas, es previsible que los flujos migratorios irregulares se mantengan y aumenten, y su criminalización los redirige a rutas más remotas y peligrosas. 

Con el documento se hace hincapié en que la migración “no se va a detener”, aunque se refuercen las medidas de entrada a la Unión Europea, que debe “alcanzar acuerdos teniendo en cuenta la situación internacional y el respeto por los derechos humanos".

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