Castillo de Paso Alto en Santa Cruz|REDESSOCIALES
Castillo de Paso Alto en Santa Cruz|REDESSOCIALES

Paso Alto: de lugar de castigo y muerte en la dictadura a Lugar de Memoria Democrática en Tenerife

La presidenta de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de la Isla de Tenerife (ARMHT) comenta que en este lugar eran encerradas, y posteriormente asesinadas, personas de ideología política contrarias al franquismo

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“La historia del castillo de Paso Alto, en Santa Cruz, no puede circunscribirse únicamente a la Gesta..Allí han ocurrido más cosas. Aquello fue un lugar de represión y encierro durante la dictadura de Franco”, comenta Mercedes Pérez Schwartz, presidenta de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de la Isla de Tenerife (ARMHT), en declaraciones a Atlántico Hoy.

El castillo de Paso Alto se encuentra enclavado en la costa de Santa Cruz. Fue construido en el siglo XVI, jugando un importante papel en la defensa de Tenerife cuando, en 1797, sus cañones fueron protagonistas en la derrota británica durante el ataque de Nelson. También cuenta la historia que en las mazmorras del castillo estuvo encerrado el pirata Cabeza de Perro hasta su ejecución

Lugar de Memoria Democrática

Sin embargo, el que estos mismos calabozos hayan sido utilizados para reprimir y encarcelar durante la dictadura a muchas personas, no forma parte de la historia de la ciudad y nuestro país, según ha manifestado la presidenta de la Asociación.

“La parte exterior del castillo y aledaños presentan buen aspecto, dentro no sé cómo estará”, señala Pérez, destacando que desde hace mucho tiempo vienen reivindicando que este lugar sea declarado Lugar de la Memoria Democrática, dando así cumplimiento a la legislación estatal al respecto, aprobada en 2022.

Presos políticos

Paso Alto fue el espacio elegido por la dictadura para encerrar a presos políticos, entre estas algunas de las figuras más señeras de la II República, tras el golpe de estado del 18 de julio de 1936. En las celdas estuvieron presos personas tan relevantes como el último alcalde republicano de Santa Cruz de Tenerife, José Carlos Schwartz o el Gobernador Civil, Manuel Vázquez Moro, ambos detenidos en pocas horas aquel 18 de julio de 1936. 

El 13 de octubre Vázquez Moro fue fusilado junto a otros responsables republicanos, su cuerpo fue arrojado a la fosa común número 6 del patio 7 del Cementerio de Santa Lastenia de Santa Cruz, mientras que el de Schwartz aún sigue desaparecido.

Represión y desapariciones

“Tanto a Agustín Moro como a Navarro le hicieron un juicio en la Audiencia, lo que es hoy el Parlamento. A mi abuelo lo detuvieron el 18 de julio y lo encerraron en Paso Alto”, detalla  Mercedes Pérez Schwartz, nieta de José Carlos Schwartz, añadiendo que mientras él estuvo preso solo pudo recibir visitas de sus dos hijos más pequeños, “mientras que la de su esposa, mi abuela, fue prohibida”, recuerda.

“Un día vinieron a la cárcel unos hombres de la derecha, conocidos de mi abuelo, y se lo llevaron diciendo que regresaría a su casa. Era el 2 de octubre. Nunca volvió”, rememora, comentando que a su abuelo solo le sacaban, “hasta entonces”, para llevarlo “a trabajar y a limpiar las letrinas en Fyffes. Después lo devolvían a la cárcel

Desvalijaban los domicilios

“El día que lo desaparecieron le dijeron a mi abuela que le habían dado la libertad. Y mi abuela dijo: la libertad no se la han dado porque hubiera vuelto a su casa”, matiza. Añade Pérez Schwartz que el mismo día que fue detenido, él pidió a su esposa que se marchara con los niños a casa de un familiar, abandonando su propia casa, en la que también tenía su despacho de abogado en una de las bocacalles que confluyen con la calle de Robayna, en la capital tinerfeña.

Explica la entrevistada que esa noche, con la disculpa de buscar armas, desvalijaron la casa y el despacho,  robando las pertenencias de la familia de cierto valor. “Mi abuela, que era una mujer de fuerza, fue a Capitanía y denunció lo ocurrido, y el propio capitán, que era un militar, le dio la razón, reconociendo que lo acontecido no había sido un registro sino un robo, pero nunca recuperó lo robado”.

65 presos

A lo largo de los primeros años del franquismo Paso Alto fue un espacio usado tanto para procesos judiciales del régimen como para alojar a decenas de presos, muchos de ellos militares o miembros de las fuerzas del orden leales a la legalidad republicana, caso de los procesados en la Causa 50 de 1936. Según las investigaciones de Pedro Medina Sanabria, en 1937, Paso Alto tenía empadronados a 65 presos procedentes de otros municipios. 

Es una paradoja que este censo de presos estuviera firmado por Francisco La Roche, como alcalde accidental, y que todavía dé nombre a una de las principales vías de la capital, incumpliendo la Ley de Memoria de 2007”, señala. 

7 años esperando

También subraya Pérez que el castillo de Paso Alto es uno de los pocos lugares de represión que aún perdura en la capital tinerfeña, tras la desaparición de espacios como Fyffes, el Cuartel de Caballería,  la prisión provincial ubicada de forma provisional en la calle San Miguel, la prisión de mujeres del Toscal, o al desguazar los barcos prisión que se ubicaron en el puerto capitalino.

La presidenta de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Tenerife recuerda que llevan más de siete años explicando la importancia de ese espacio y solicitando que se tome este acuerdo y que el lugar tenga el papel que merece en la memoria colectiva, “como un lugar que ayude a explicar y entender lo sucedido en esos años, además de poner en valor y dignificar a las víctimas de estos abusos”. 

Solicitud para iniciar trámite

La Asociación cree que es necesario romper con el pasado franquista y dotar a la ciudad con un centro que permita interpretar y conocer lo sucedido, poner cara a las víctimas y donde las asociaciones puedan desarrollar actividades divulgativas y culturales ligadas a la memoria democrática. 

Con la atención puesta en esta antigua cárcel, la Asociación ha iniciado el trámite contemplado en el contenido del artículo 50.1 de la Ley 20/2022, de 19 de octubre, de Memoria Democrática, para que la antigua prisión de Paso Alto, en la capital tinerfeña, sea declarada Lugar de la Memoria Democrática.

“Muchos años después hemos tenido que dar un paso al frente y presentar esta solicitud para que se inicie el trámite y se siga el proceso correspondiente, tanto por parte de la Consejería de Justicia del Gobierno de Canarias como por el Ministerio de Defensa”, concluye esperando que lo solicitado culmine con la declaración de Paso Alto como Lugar de la Memoria Democrática.