La pinocha y su auténtico papel en los incendios forestales de Canarias

Acabar con la pinocha implica acabar con parte de la biodiversidad de Canarias y no es una solución viable ni efectiva

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Imagen de un camión retirando la pinocha en Canarias / FÉNIX CANARIAS
Imagen de un camión retirando la pinocha en Canarias / FÉNIX CANARIAS

Los montes de Canarias han sufrido variaciones. Tanto es así que las imágenes que han sido tomadas con un siglo de diferencia reflejan que ahora están mejor que hace años. Aunque hay quién difiere de ese pensamiento y cree que la intervención humana ha acabado con todo lo verde, lo cierto es que hubo una época donde la leña era un imprescindible en los hogares y esa demanda dejó un panorama muy diferente al actual. 

La llegada de aborígenes, pasando por la Conquista, la instalacion de ingenios azucareros o la alta demanda de leña vecinal propició que el monte se pareciera más a un desierto que a un bosque frondoso y verde. La gestión forestal a mediados del siglo XX brillaba por su ausencia, lo que derivó en la sobreexplotación del terreno hasta que llegó la bombona de butano para aliviar la presión sobre el medio forestal y con ella, el paisaje dio un giro de 180 grados. En ese momento se comenzó a acumular material vegetal como la pinocha que ha vivido década tras década siendo la mala de la película en los incendios. Pero, ¿qué pasaría si la eliminásemos al 100%? 

La importancia de la pinocha 

"A la pinocha se le da un valor muy pequeño cuando realmente es muy importante para el ecosistema", asegura el biólogo Víctor de León. "La pinocha es la que favorece la retención de los suelos húmedos, que no se erosionen con las primeras lluvias, los protegen del impacto del agua, de que no se pierdan capas superficiales y también supone una pequeña despensa donde animales como los pinzones pueden encontrar a pequeños invertebrados que aprovechan la humedad de la pinocha para poder encontrar alimento, para poder vivir, etc", explica. 

"La idea de eliminar por completo la pinocha es superdrástico y no sería viable, sería más un jardín que un bosque o un monte". De León dice que "si somos honestos la pinocha propaga el fuego como también lo propaga el resto de plantas que hay en el monte. La solución equivalente a retirar el 100% de la pinocha sería como talar todos los árboles para que el fuego no pueda correr entre ellos".

Imagen de un cartel de Peligro de Incendio en Canarias / FÉNIX CANARIAS
Imagen con un cartel de Peligro de Incendio en Canarias / FÉNIX CANARIAS

Regular la retirada de residuos vegetales 

Para poder retirar pinocha de manera voluntaria primero es imprescindible pedir un permiso para ejecutar esa acción. "Esos permisos sirven para blindar la conservación de la pinocha que es un elemento clave para que se conserve la propia naturaleza y por otro lado redirigir esta demanda a zonas clave donde sea interesante retirar la pinocha", explica el biólogo de Fénix Canarias

El problema si se da vía libre para retirarla, asegura Víctor de León, "es que esas acciones de retirada de pinocha se concentrarían siempre en los mismos puntos y una de las razones por las que existe esta restricción es por un lado que no se esquilme el monte". El experto aclara que la importancia de llevar un orden es fundamental "para que la gente que quiera retirarla la tome de ahí y no de otros lugares, porque si no tendríamos un paisaje superdesigual donde hay zonas con mucha pinocha porque quedan lejos o no están visibles y zonas donde les sea más cómodo para el ganadero y queden más esquilmadas". 

La densidad de los montes 

"Hay muchas imágenes donde se compara el monte del siglo pasado con el monte que tenemos hoy en día en Canarias y no es que haya más pinocha, que ahora la hay, sino que la calidad del monte es totalmente diferente. Es cierto que hay zonas donde la densidad es mucho mayor a la que debería, por repoblaciones donde no se hicieron talas, ni tratamientos selvícolas y esta gran densidad de árbol provoca una gran densidad de pinocha", incide el biólogo. 

Sin embargo, haciendo un ejercicio de ficción donde imaginemos un bosque libre de pinocha y en el que recreemos el actual incendio de la isla de Tenerife, la respuesta del experto es clara: "No habría cambiado nada. Estamos hablando de incendios que se encuentran fuera de la capacidad de extinción. Son incendios muy fuertes por la velocidad a la que se mueve y demás, habría que eliminar toda la pinocha del monte para poder tener algún tipo de impacto relevante y no es algo que podamos hacer, ni de forma repentina ni de todos lados". conlcuye Víctor de León.