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Imagen de la piscina / HOLA ISLAS CANARIAS

Piscina natural de Canarias con agua cristalina frente al mar: se accede gratis y hay que ir sí o sí

En una zona remota y tranquila se esconde una piscina natural de aguas cristalinas, perfecta para un baño inolvidable frente al Atlántico

Bajo el sol tibio del verano y la brisa constante del océano, algunas playas del archipiélago canario se transforman en auténticos secretos a voces. Rincones donde el tiempo parece haberse detenido, donde el rugido del mar no impone, sino que abraza, y donde la naturaleza es tan generosa que no hay taquilla ni entrada. Sólo hace falta llegar, respirar y sumergirse.

Entre volcanes dormidos, acantilados salvajes y casas de otro tiempo, se encuentra una de las piscinas naturales más bonitas de Canarias. Es un enclave que, por su belleza, tradición y atmósfera, hay que visitar sí o sí.

El rincón oculto

Situado en el norte de El Hierro, este lugar se encuentra en la zona de El Mocanal, dentro del municipio de Valverde, capital de la isla. En concreto, se trata del poblado costero de Pozo de las Calcosas, un caserío construido con piedra volcánica y techos de paja, como un guiño a las raíces ancestrales de la isla.

Además del valor arquitectónico y cultural del caserío, destaca su piscina natural, formada por la erosión del mar y protegida por muros de lava que suavizan la fuerza del Atlántico. A su lado, se encuentra otro charco más pequeño, y un entrante de gran tamaño que, cuando el mar lo permite, ofrece la experiencia de bañarse en aguas abiertas.

Acceso gratuito y vistas

El acceso a este rincón es totalmente gratuito, y aunque el coche solo llega hasta lo alto del acantilado, el resto del trayecto es un corto paseo peatonal que recompensa con vistas espectaculares de la costa. En la parte alta hay dos restaurantes donde se puede comer o tomar algo antes o después del baño.

Bajar por el sendero empedrado es casi como adentrarse en un mundo aparte. Las piedras redondeadas por el mar se usan como baldosas, y cada rincón del pueblo cuenta una historia. No hay tiendas, ni ruido, ni tráfico. Solo el sonido del mar y el crujido de la madera de las puertas viejas.

Un lugar con alma

El Pozo de las Calcosas fue construido por pescadores herreños que buscaban pasar los veranos cerca del mar. Y como si todo esto no fuera suficiente, en este rincón aparece una figura curiosa: una escultura de Neptuno realizada en 2007 con material reciclado, que vigila el mar desde las rocas como un guardián mitológico.

Su presencia añade un toque de magia y simbolismo al lugar, que ya de por sí parece un sueño de otra época.