La Policía Nacional detiene en Tenerife a parte de una organización que traficaba con cubanos

En España se ha arrestado a 21 personas en diferentes lugares, entre los también se encuentran Málaga, Madrid, Toledo, Ciudad Real, Alicante, Girona y Valencia

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Policías nacionales / EFE
Policías nacionales / EFE

La Policía Nacional, junto a agentes de Serbia y Grecia y en colaboración con INTERPOL y EUROPOL, ha desarticulado una organización criminal transnacional que, presuntamente, traficaba ilegalmente con ciudadanos cubanos. En España se ha arrestado a 21 personas en diferentes lugares, entre los que se encuentra Tenerife. También se ha actuado en Málaga, Madrid, Toledo, Ciudad Real, Alicante, Girona y Valencia.

Los traficados viajaban de Cuba a Serbia, al no exigirles visado en la frontera, para posteriormente trasladarse hasta Grecia desde donde finalmente volaban a España. La red criminal utilizaba una conocida aplicación de mensajería para dar publicidad a sus servicios, cobrando en torno a 9.000 euros a las víctimas por el viaje, traslados y la documentación falsa facilitada. Durante la investigación se ha detenido a 62 personas en diferentes estados miembros, de los cuales 25 eran nacionales cubanos usando documentación falsa y 37 pertenecían a la organización criminal.

La investigación

La investigación, que afecta a varios países europeos, se inició tras identificar a numerosos ciudadanos cubanos con documentación falsificada intentando cruzar la frontera para entrar en Europa. La red criminal trasladaba a los migrantes de Cuba a Serbia, ya que en este país no les exigían visado hasta hace un mes. Una vez allí, una parte de la organización gestionaba cartas de invitación para simular su entrada legal y les proporcionaban alojamiento cercano a la frontera con Macedonia del Norte. Desde la frontera comenzaban el desplazamiento en grandes grupos hasta Grecia.

Cuando utilizaban la ruta Croacia-Eslovenia-Italia se aliaban con otras organizaciones criminales que los ayudaban a cruzar. A veces realizaban el traslado en vehículos pero en la mayoría de las situaciones lo hacían a pie, caminando durante 13 horas en la oscuridad, sin comida y en condiciones adversas. Además, aprovechando la vulnerabilidad de los migrantes y que en ocasiones iban menores, se producían estafas, robos, incluso transferían mujeres a otros grupos criminales para ser explotadas sexualmente.

Para entrar en el espacio Schengen a través de Grecia, la organización criminal facilitaba documentación falsa o DNI auténtico, que constaban en bases policiales como sustraídos o extraviados, con gran parecido físico al migrante para que pudiera embarcar en un vuelo a España sin ser detectados.