¿Por qué es necesario controlar las poblaciones de gatos asilvestrados en Canarias?

Estos animales están involucrados en la extinción de 63 especies vertebradas en todo el mundo y su impacto es aún peor en las islas con ataques al pinzón azul, al lagarto gigante o al petirrojo tinerfeño, entre otras

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Ejemplar de gatos asilvestrados, su control es necesario para proteger especies endémicas / CSIC
Ejemplar de gatos asilvestrados, su control es necesario para proteger especies endémicas / CSIC

Hace miles de años que el gato acompaña al ser humano y muchas personas están habituadas a ver gatos domésticos e incluso callejeros pero que son alimentados por aquellos que no son sus dueños. Pero, “la casi totalidad de la gente ignora e incluso rechaza la existencia de gatos asilvestrados, es decir, aquellos que han revertido su forma de vida al estado salvaje, comportándose como cualquier especie silvestre, y no dependiendo en absoluto de cuidados humanos”, expone un documento presentado por cinco científicos de Canarias a través del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Todo ello en medio de la polémica que ha abierto la orden de la Consejería de Transición Ecológica de Canarias que autorizaba a cazar esta temporada gatos, perros y hurones asilvestrados hasta el 29 de septiembre, fecha en la que entra en vigor la ley que cataloga a estos animales como "de compañía" y les otorga nuevas protecciones, una orden en que este mismo jueves ha derogado el Gobierno de Canarias por la polémica generada entre la población.

Estos investigadores han urgido a través del CSIC a que se cambie la Ley de Protección de los Derechos y el Bienestar de los Animales. Piden que siga siendo posible controlar las poblaciones de gatos asilvestrados en las islas debido a su grave impacto sobre especies amenazadas de la fauna autóctona. Temen que, desde que comience a aplicarse la ley estatal en la que “no se distingue entre gatos domésticos y asilvestrados, a todos los efectos será prácticamente imposible llevar a cabo estas acciones de control, con el consiguiente perjuicio para numerosas especies autóctonas”. 

Extinción de 63 especies

El CSIC difundió un comunicado sobre la amenaza que representan los gatos asilvestrados para el archipiélago. Los cinco científicos, todos investigadores de las islas, piden la reforma de la ley porque estos animales están involucrados en la extinción de 63 especies vertebradas en todo el mundo y su impacto es aún peor en las islas. “Muchos son sigilosos y nocturnos por lo que su presencia suele ser detectada por sus huellas, excrementos o restos de presas. Habitan en muchos hábitats naturales, y siendo una especie generalista depreda sobre gran variedad de especies de reptiles, aves, mamíferos e invertebrados, pudiendo capturar incluso algunos peces y anfibios”. 

“Respecto a los ecosistemas insulares, se involucra a estos gatos asilvestrados con el 14% de todas las extinciones de aves, mamíferos y reptiles y en el declive del 8% de los mismos catalogados en peligro crítico”, continúa el documento. 

¿Y en Canarias?

En Canarias en concreto, añaden, los gatos asilvestrados "depredan sobre una gran cantidad de reptiles, aves e insectos" y tienen entre sus piezas de caza "especies endémicas como el pinzón azul de Gran Canaria, el pinzón vulgar canario, el mosquitero canario, la tarabilla canaria y el petirrojo tinerfeño".

"Es de especial preocupación su efecto sobre los escasísimos lagartos gigantes de El Hierro (Gallotia simonyi), La Gomera (G. bravoana) y Tenerife (G. intermedia), los tres en peligro de extinción. En este último caso, los gatos constituyen la principal amenaza para estas tres especies endémicas críticamente amenazadas", subrayan los firmantes.

Gato asilvestrado cazando / EFE
Gato asilvestrado cazando / EFE

Opciones

José Alberto Delgado, responsable de la Unidad de Biodiversidad del Cabildo de Tenerife, explica cómo se controla las poblaciones de gatos asilvestrados por parte de las instituciones insulares. ¿Cómo lo hacían antes de la ley? Como esos animales debían ser controlados en el medio natural por el daño que causaban, “se retiraban y, conforme a la Ley de Bienestar Animal del año 90, se permitía, sobre todo con aquellos que no estuvieran identificados, esperar 30 días por si alguien lo reclamaba. Si después de ese tiempo nadie aparecía, un veterinario podría dormir al gato asilvestrado”, explica. “Con eso le dabas un final decente al tema”. 

“Hay que pensar cuál es el origen de esa causa”, explica. “Y esta tiene que ver con el control en la tenencia de animales. La nueva ley obliga a los titulares de las mascotas a esterilizarlas, identificarlas y vigilarlas. El titular no puede dejar al animal sin control porque podrá cometer una infracción”. Si esto se cumple y se comienza a sancionar, la causa del problema se podrá resolver. 

La culebra real

Uno de los casos similares es el de la culebra real en la isla de Gran Canaria. Aquí hay un proyecto —#STOPCULEBRAREAL— para intentar poner freno a esta especie invasora. Han llegado a capturar hasta 2.289 ejemplares y ha llegado a provocar la desaparición de los famosos lagartos gigantes de la isla. “El lagarto gigante está casi extinguido en las zonas invadidas por la culebra ya que desaparece el 99% de los individuos, las lisas de Gran Canaria disminuyen su número en más de un 80% y los perenquenes de Boettger reducen su población a la mitad”, aporta una publicación del CSIC. 

Para el control efectivo de la población se lleva a cabo un conjunto de diferentes técnicas de captura y su aplicación: captura manual, uso de diferentes tipos de trampas para la captura, y uso de animales adiestrados para la captura y/o localización de culebras.