Una plataforma internacional especializada en oportunidades laborales y de movilidad promociona Canarias como un lugar donde se puede vivir sin pagar alquiler. La propuesta, dirigida a nuevos residentes, combina ayudas al emprendimiento con opciones como el house sitting, un sistema por el cual personas pueden alojarse gratis cuidando viviendas ajenas mientras los propietarios están fuera.
La idea puede parecer tentadora. Sin embargo, esta imagen choca con una realidad que muchos residentes conocen bien: alquilar una vivienda en Canarias se ha convertido en un lujo. La oferta es escasa, los precios no paran de subir y los servicios públicos están al límite ante un crecimiento demográfico que no da tregua.
Más gente, menos recursos
Las islas sumaron más de 25.000 habitantes solo en el último año, alcanzando los 2,23 millones de residentes. Desde el año 2000, la población ha crecido en más de medio millón de personas. A esto se suman los cerca de 14 millones de turistas que llegan cada año.
Este aumento constante ha sobrecargado servicios básicos como la sanidad, la educación o el transporte público, especialmente en islas como Tenerife, Gran Canaria o Lanzarote. Los recursos no han crecido al mismo ritmo y muchos vecinos ya hablan de saturación.
Vivienda: el gran problema
El acceso a una vivienda digna es, hoy por hoy, uno de los mayores retos. En zonas urbanas, la oferta de alquiler se ha reducido hasta un 70 % en los últimos años, mientras que los precios han subido más de un 40 % en lugares como Las Palmas de Gran Canaria o Santa Cruz de Tenerife.
Una de las causas es el auge del alquiler vacacional. Por cada piso de alquiler tradicional, hay siete destinados al turismo, lo que ha vaciado el mercado residencial. Casi el 27 % de las viviendas vendidas en 2024 en Canarias fueron compradas por extranjeros, muchas veces para destinarlas a este tipo de alquiler.
Salarios bajos y presión turística
Mientras tanto, los salarios en Canarias están entre los más bajos de España, por lo que muchas personas no pueden competir con los ingresos de quienes vienen de fuera. Según los expertos, más del 70 % del sueldo medio se destina a pagar un alquiler, lo que deja poco margen para cubrir otros gastos.
La situación se agrava en islas como Lanzarote, La Palma o Fuerteventura, donde el número de viviendas es limitado y el turismo ha disparado la demanda. En algunos municipios, conseguir un alquiler de larga duración se ha vuelto directamente imposible.
¿Qué es eso de 'vivir gratis'?
La web promociona una alternativa poco conocida: el cuidado de casas, o house sitting. A través de plataformas especializadas, es posible alojarse gratis en viviendas ajenas mientras los propietarios están de viaje. A cambio, la persona cuidadora vigila la casa, riega plantas o cuida mascotas.
No hay retribución económica, pero sí alojamiento gratuito, a menudo en zonas tranquilas o con vistas. Es una fórmula usada por viajeros o nómadas digitales para pasar temporadas sin pagar alquiler. Aunque legal y útil para estancias cortas, no es una solución habitacional ni accesible para todos.
Expectativas vs realidad
Promocionar Canarias como un lugar donde se puede “vivir gratis” puede generar expectativas poco realistas. Esta opción es temporal, escasa y solo apta para quienes pueden permitirse no trabajar durante una temporada o tienen ingresos online.
Mientras tanto, en el día a día, miles de residentes buscan sin éxito una vivienda digna, enfrentan colas en centros de salud y comparten guaguas abarrotadas. El contraste entre esa imagen de paraíso accesible y la realidad social y económica de las islas no hace sino aumentar la sensación de desigualdad.