El comunicador y activista vinculado a la extrema derecha, Vito Quiles, podría visitar las dos universidades públicas del Archipiélago para celebrar un acto dentro de su gira nacional. Esta posible visita ha generado controversia entre el alumnado: mientras algunas asociaciones reclaman al rectorado que se garantice la libertad de expresión, otras sostienen que este derecho tiene límites cuando se trata de discursos de odio, como los que atribuyen a Quiles.
Por el momento, tanto la Universidad de La Laguna (ULL) como la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) aseguran que no han recibido ninguna petición oficial para la celebración del acto. Desde la Asociación Canaria de Estudiantes (ACE) han anunciado que convocarán una movilización en caso de que finalmente se lleve a cabo, con el objetivo de expresar el rechazo “prácticamente unánime de la comunidad educativa". Pero por otro lado, la asociación Libertad Estudiantil ha manifestado su deseo de que el rectorado “garantice que la universidad sea un espacio libre donde todos tengan cabida”.
A través de sus redes sociales, Quiles ha anunciado un tour titulado 'España Combativa, periodismo crítico y comunicación política', que recorrerá más de 10 universidades españolas. En el caso de Tenerife y Gran Canaria la fecha será el 4 de noviembre, aunque aún no se ha confirmado el lugar exacto. Quiles justificó su gira afirmando que “tras el asesinato de Charlie Kirk a manos de intolerantes de la izquierda, cobra más sentido que nunca abanderar la libertad en los espacios de nuestro país donde se encuentra más amenazada”.
“No hay hueco para el odio"
Desde la Asociación Canaria de Estudiantes (ACE) destacan que en la universidad debe existir espacio para el diálogo “pero nunca para la discriminación y los discursos de odio”. El portavoz de la asociación, Andrés Paz, señala a Atlántico Hoy que todo el mundo en la universidad, "que es el seno del debate constructivo del conocimiento", tiene derecho a expresar su opinión. "Esto lo protegemos por encima de todo, porque la visión que se intenta trasladar desde el entorno de Vito Quiles es que la universidad censura, y eso es completamente falso”, explica. Paz añade que la libertad de expresión, como todos los derechos, “tiene restricciones, que se enmarcan en el respeto a los derechos humanos y en la veracidad de las afirmaciones”. En su opinión, Quiles, vinculado en su momento al medio Estado de Alarma, “solo quiere agitar” y se dedica “a desinformar y atacar personalmente, desmereciendo la labor de los medios que hacen un trabajo periodístico serio”.
El portavoz estudiantil recuerda que la universidad es una institución académica y científica "con valores fundamentales, recogidos en sus estatutos, como la igualdad de género, la lucha contra el cambio climático, el antirracismo y la prohibición de la discriminación por orientación sexual o identidad de género". A su parecer "esta persona viene a una institución científica a negar todos esos principios de los que nos hemos dotado como institución”. Considera así que es entendible "que cualquier universidad en España no quiera albergar actos que contravengan su propia esencia" porque "en las universidades hay espacio para todo, pero con ciertos límites, y entre ellos está el respeto a los demás”.
“No se censura a nadie”
Paz insiste en que “es falso” que en las universidades se censure. “En la ULL hay estudiantes, profesores y personal de todas las creencias ideológicas. Aquí se sientan en una misma mesa personas de derecha, izquierda, centro, extrema izquierda y extrema derecha para decidir el futuro de la universidad democráticamente y construir un proyecto común”.
Para él se ha pretendido "generar un problema de convivencia que en esta universidad no existe”. En el caso al que Quiles hace referencia, el de Charlie Kirk, apunta que fue un asesinato cometido “por un joven de ultraderecha radicalizado”. Por ello, desde ACE aseguran que existe “un sentir prácticamente unánime” para manifestarse contra su presencia “por difundir un discurso que consideran de odio”. Recuerdan además que los espacios universitarios son de financiación pública, y que cualquier actividad no vinculada a la docencia o la investigación requiere una reserva formal y el pago de una tasa, además del cumplimiento de los reglamentos internos. “Pretenden saltarse todo este camino”, apuntaron.
"Se tiene que garantizar"
Pero por otro lado Mario Oramas, portavoz de Libertad Estudiantil de la ULL, afirma que desde la asociación consideran que se trata de ejercer un derecho constitucional básico como es la libertad de expresión. "Nadie puede limitar el derecho de otro a hablar, y aunque algunas agrupaciones han anunciado protestas, debe distinguirse entre el derecho a manifestarse y la censura", defiende.
Oramas considera que "censurar a alguien no es un acto democrático, por mucho que quienes lo hagan se presenten como defensores de la democracia”. A su juicio, la universidad “no puede ser una trinchera ni un laboratorio ideológico”, sino un espacio donde "todas las ideas, sin excepción, puedan competir en igualdad de condiciones”. En este sentido menciona que por la institución "han pasado dirigentes y figuras públicas de diferentes ideologías sin que nunca se haya pedido que se cierre un micrófono”.
Otras vías
Desde la asociación estudiantil que representa Oramas piden al rectorado que garantice su realización y que no ceda “ante el chantaje”, argumentando que el evento forma parte de los derechos reconocidos por la Constitución. Aunque la ULL y la ULPGC no han recibido formalmente una solicitud para acoger la actividad, la asociación recuerda que "dentro del marco de la libertad de cátedra, tanto el profesorado como otros colectivos universitarios pueden solicitar espacios en el campus". En este sentido, señalan que el trámite podría haberse gestionado por diferentes vías, pero insisten en que el rectorado “debe permitirlo”.
