Regresamos a casa

Me emociona este ascenso por Kirian, por su lucha fuera y dentro del campo, y porque creo que su regreso cambió por completo el devenir del equipo

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La afición de la UD Las Palmas regresa a casa: Primera División. / ELVIRA URQUIJO A.-EFE
La afición de la UD Las Palmas regresa a casa: Primera División. / ELVIRA URQUIJO A.-EFE

Nos gusta el fútbol porque nos gusta la vida. Y tanto la existencia como el deporte tiene una parte de azar que nos va llevando del fracaso a la gloria o viceversa. Hoy tocó gloria, y eso es algo que celebramos, porque cada éxito futbolístico se queda en esa retina de recuerdos que nos acompaña y que nos hace  viajar al pasado al mismo tiempo que nos asomamos, por la puerta grande, a todo lo que anhelábamos y nos parecía imposible. 

La luz que va delante tiene la ventaja de alumbrar primero el horizonte, aunque ese horizonte, como las utopías, parezca a veces inalcanzable. Hoy estamos alegres. Los que no entienden de fútbol nos miran como a extraterrestres ciclotímicos, pero los que vivimos esta pasión como un viaje interminable a la infancia celebramos este ascenso igual que abríamos los regalos la noche de Reyes. Porque es un regalo y una ilusión colectiva que nos hará despertar con mejor humor mañana, y como están las cosas por ahí afuera uno agradece al fútbol estas alegrías. 

Cada vez que retornamos a Primera, volvemos a escribir donde lo dejamos después de 19 años seguidos y aquella derrota ante Bilbao en la última jornada. Yo estuve en aquel partido contra el Athletic, y los que vivimos aquella mala jugada del destino sólo nos curamos con ascensos. Hoy, 27 de mayo de 2023, será una esquirla más en la roca a la que nos agarraremos cuando las cartas no sean tan ganadoras, y en esta partida ha habido malabares, derrotas casi imposibles, postes, desatinos y, por supuesto, el azar ha querido que seamos nosotros uno de los elegidos. Llegados aquí, ya tenemos derecho a celebrar este logro como merece, agradeciendo a los jugadores la resiliencia; pero es que el fútbol no se aprende nunca desde fuera, y son los que juegan los que saben y los que más confían. Para que suceda algo ha de darse siempre una sucesión de combinaciones, y cuando todo se alinea a nuestro favor uno sólo puede quitarse el sombrero y celebrar la epifanía. Y hay que agradecer a García Pimienta su paciencia, su tono y su trabajo silencioso y efectivo. Me emociona este ascenso por Kirian, por su lucha fuera y dentro del campo, y porque creo que su regreso cambió por completo el devenir del equipo. Diría que va por él la suerte de esta noche, por su ejemplo de vida.

Hoy  también me abrazo a quienes ya no están y con los que compartí otros ascensos. Son ellos los que me hicieron de la Unión Deportiva. Mi padre y mi abuelo. Ese vínculo del Insular y de la vida siempre viste de amarillo. Sueño cumplido. Disfrutemos ahora este momento. Y sí, en unos meses estaremos en la clasificación de la que nunca nos teníamos que haber ido. Regresamos a casa.