Imagen genérica de un apartamento / PEXELS
Imagen genérica de un apartamento / PEXELS

Se buscan vecinos en este pueblo de Canarias: pisos por menos de 30.000 euros

No es un barrio de postal ni lo encontrarás en los catálogos turísticos, pero ofrece lo esencial: techo, servicios, conexión y, sobre todo, precios al alcance de quienes ya habían perdido la esperanza

luna moya

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En tiempos donde el precio de la vivienda parece inalcanzable, aún quedan rincones en Canarias donde tener un techo propio no es un lujo. Lugares que, lejos de los focos turísticos, ofrecen calidad de vida, servicios públicos y conexiones con la ciudad. Pero sobre todo, ofrecen una posibilidad real de emanciparse o invertir sin arruinarse. En uno de estos barrios, el precio de algunos pisos no supera ni los 25.000 euros.

El barrio más asequible

Ese lugar es Miller Bajo, un barrio de Las Palmas de Gran Canaria que se ha convertido en uno de los puntos más baratos para comprar vivienda en todo el archipiélago. Aquí, todavía es posible encontrar pisos desde 23.000 euros, aunque, como es de esperar, muchos requieren reformas. Aun así, la diferencia de precio respecto a otras zonas de la capital es abismal.

Más allá del precio, Miller Bajo ofrece una buena red de servicios públicos: siete colegios, diez farmacias y dos supermercados aseguran una vida cómoda sin necesidad de largos desplazamientos. Además, hay centros de salud cercanos y una red de transporte público que facilita el acceso al centro.

Una vida tranquila, bien conectada

Uno de los mayores atractivos de este barrio es su ubicación estratégica. Bien conectado por guagua y con accesos directos a las principales vías, permite vivir a pocos minutos del corazón de la capital sin asumir sus costes.

El perfil del comprador en esta zona es muy diverso: desde jóvenes que buscan su primera vivienda, hasta personas mayores que desean tranquilidad, pasando por inversores interesados en alquileres asequibles para estudiantes o trabajadores.

Una excepción en el mercado inmobiliario

En una época en la que comprar vivienda parece una quimera, Miller Bajo se presenta como una oportunidad real. No es un barrio de postal ni lo encontrarás en los catálogos turísticos, pero ofrece lo esencial: techo, servicios, conexión y, sobre todo, precios al alcance de quienes ya habían perdido la esperanza.

Cuando un coche nuevo puede costar más que una vivienda, este barrio demuestra que aún quedan espacios donde comenzar de nuevo.