Canarias ha sido una de las comunidades más afectadas por la operación Opson XIV, la macroinvestigación internacional coordinada por la Guardia Civil contra el fraude alimentario. En las islas se han detectado casos graves de manipulación y comercialización de productos caducados, con epicentros en Santa Cruz de Tenerife y Alicante, donde una empresa vendía bananas portuguesas como si fueran plátanos de Canarias, con documentación falsificada.
En total, la operación, desarrollada en 31 países, se ha saldado con 10 detenidos, 29 personas investigadas y 11.500 toneladas de alimentos incautados, valorados en más de 95 millones de euros.
Pescado en mal estado
En Santa Cruz de Tenerife, agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) descubrieron un almacén mayorista que vendía pescado, marisco y otros alimentos en mal estado, caducados o sin trazabilidad. Muchos de los productos habían perdido la cadena de frío o estaban destinados a la destrucción.
La actuación se saldó con la investigación de un empresario por un presunto delito contra la salud pública y la intervención de 25 toneladas de productos perecederos. En la inspección colaboraron el Área de Salud de Tenerife y el Servicio Canario de Salud, que confirmaron la gravedad del riesgo para los consumidores.
Plátanos falsos
Uno de los episodios más llamativos de la operación tuvo lugar en Alicante, donde una empresa mercantil etiquetaba bananas procedentes de Madeira como plátanos de Canarias, pese a tener suspendida su certificación de Indicación Geográfica Protegida (IGP). Para continuar vendiendo el producto, utilizaban documentación aduanera falsificada.
La investigación ha permitido comprobar la venta de 2.000 toneladas de fruta bajo la etiqueta “Plátano de Canarias”, lo que supone un fraude a los consumidores y a los productores canarios, además de un daño reputacional para una de las marcas más reconocibles del archipiélago.
Una amenaza para la salud
Desde el SEPRONA advierten de que las mafias alimentarias han extendido su actividad a territorios insulares, aprovechando la complejidad de los circuitos logísticos. En el caso de Canarias, los fraudes detectados afectan directamente a sectores estratégicos de la economía regional, como la pesca y la agricultura.
La Guardia Civil subraya que la manipulación de alimentos caducados y el uso indebido de denominaciones de origen representan no solo un riesgo sanitario, sino también un golpe a la confianza del consumidor y a la competitividad de los productores locales.
Coordinación internacional
La operación Opson XIV ha sido desarrollada junto a cuerpos policiales de 31 países y en coordinación con Europol, Interpol y autoridades nacionales como la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
En el conjunto de la operación, se han emitido 101 órdenes de detención, denunciado a 631 personas y desmantelado 13 organizaciones criminales dedicadas al tráfico internacional de productos falsificados, alimentos adulterados y bebidas de baja calidad.
