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Los productos súper ultraprocesados van más allá de los ultraprocesados con más más aditivos, más procesos y menos rastro del alimento original / AH

Los súper ultraprocesados se cuelan en la dieta de los canarios

Estos productos van más allá de los ultraprocesados y agravan los riesgos de salud de la población, como diabetes tipo 2, enfermedaddes cardiovasculares o incluso algunos tipos de cáncer

Cada vez más productos en los supermercados tienen una larga lista de ingredientes, todos ellos desconocidos y con nombres larguísimos. El término ultraprocesado ya es conocido entre la población; sin embargo, todo va un paso más allá y en las dietas ya se incluyen alimentos considerados “súper ultraprocesados”.

Aitor Monzón Santana, presidente del Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de Canarias (Codinuiscan), advierte de que estos productos están diseñados para atraer al consumidor, pero no para nutrirlo, por lo que supone un peligro lo normalizados que están en Canarias y sus riesgos para la salud.

Qué son y sus riesgos

“Un ultraprocesado es un producto industrial con ingredientes que no solemos tener en casa —almidones modificados, potenciadores del sabor, colorantes o grasas hidrogenadas—, creado para ser muy apetecible, durar mucho y consumirse de inmediato. El término ‘súper ultraprocesado’ apunta a productos todavía más transformados, con más aditivos, más procesos y menos rastro del alimento original”, explica el experto.

La evidencia científica es clara, según Monzón. El consumo habitual de este tipo de productos se asocia con mayor riesgo de obesidad, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares e incluso algunos tipos de cáncer.

Normalizados en Canarias

El presidente de Codinuiscan subraya que el consumo de ultraprocesados en Canarias “está muy normalizado”, lo que supone un problema para las Islas al tener “un impacto todavía más preocupante” por tratarse de la comunidad con las tasas más altas de obesidad, tanto infantil como adulta.

Entre las causas de este consumo, Monzón apunta a un estilo de vida cada vez más rápido, influido también por el modelo turístico, que facilita la comida preparada y de conveniencia. A esto se suma la ausencia de dietistas-nutricionistas en la sanidad pública, lo que deja a las familias sin apoyo profesional cercano, denuncia el experto. Además, “el marketing de la industria es muy agresivo, especialmente hacia los niños: envases coloridos, personajes, ofertas…”.

Por todo ello, el nutricionista considera que, “con ese escenario, es normal que los ultraprocesados estén tan presentes en la rutina diaria de las familias canarias”. Esto supone un problema, no solo individual, sino que compromete la salud pública de toda la población al desplazar a la frutas, verduras o pescado de la dieta de canarios y canarias, expone.

 

Cómo identificarlos y alternativas

A pesar de las indicaciones, para el nutricionista “no es cuestión de prohibir o vivir con miedo”. “Comer un ultraprocesado de forma puntual no es un problema. Lo grave es cuando forman parte del desayuno, la merienda o la cena de cada día”, resalta. Monzón apunta que la clave es minimizar su consumo y que la base de la dieta sean alimentos frescos o poco procesados.

Para distinguir estos productos en el supermercado, la pista está en la etiqueta. “Si tiene pocos ingredientes y todos son habituales en casa, hablamos de un alimento básico. Pero si la lista es larga, con aditivos, números E, aromas o ingredientes imposibles de pronunciar, hablamos de un ultraprocesado y muchas veces de los “súper”, explica Monzón.

Frente a la comodidad que ofrecen estos productos, el nutricionista recuerda que Canarias cuenta con alternativas rápidas y accesibles como frutas frescas, frutos secos, yogur natural, pan integral con aguacate o queso canario, así como conservas de pescado o verduras congeladas, “que son muy prácticas”. “La rapidez no tiene que estar reñida con la salud”, concluye.