Canarias posee lugares únicos en el mundo, cuya visita se convierte en algo totalmente imprescindible. Uno de ellos es el tubo volcánico más grande de la Unión Europea y que también está entre los más grandes del mundo según los espeleólogos: la Cueva del Viento, en la isla de Tenerife.
Se trata de una formación que tiene una longitud superior a los 18 kilómetros –de hecho topografiados son 18,5-- y más de 480 metros de desnivel. Según informaciones oficiales la cueva se creó hace más de 27.000 años, un tubo volcánico que se formó por las coladas del Pico Viejo el cual se encuentra a 3.129 metros sobre el nivel del mar.
Sus condiciones hacen que no tenga ni luz ni sonidos artificiales, y el pasado 21 de julio se cumplieron 15 años de su apertura al público. En 2022 recibió a 24.000 visitantes, y durante la pandemia les obligó a cerrar 11 meses.
Pasajes subterráneos
Su nombre se debe a las corrientes de aire de su interior, donde se pueden encontrar muchísimos pasajes subterráneos. Según la información oficial de Museos de Tenerife son innumerables las ramificaciones que todavía siguen sin ser exploradas que pueden ampliar su longitud en un futuro.
En 1998 se aprobó por parte del Gobierno canario un Plan de Ordenación de los Recursos Naturales de la Cueva del Viento para garantizar su conversación con el fin de ‘’frenar las actuaciones que dañan a la Cueva, como nuevas construcciones, alteración del suelo o cualquier tipo de vertido''. Además establecía medidas de mejora ''como una red de alcantarillado que evite el vertido de aguas negras y el apoyo a la investigación científica o a la educación ambiental’’, explican en la propia pagina web.
Especies
También es el único lugar del mundo en cuanto a sus características geomorfológicas debido a un fenómeno que no ocurre en otro lugar, ya que su red de galerías se dispone en tres niveles superpuestos. Además posee una fauna que alberga 92 especies conocidas, y se han encontrado restos fosiles de animales ya extinguidos.
La oscuridad es uno de sus puntos fuertes. En cuanto a la fauna, 32 de las especies son animales adaptados al entorno subterráneo, de las cuales 15 son nuevas para la ciencia como la cucaracha sin ojos Loboptera subterranea o los carábidos Wolltinerfia martini y Wolltinerfia tenerifae.