La Universidad de La Laguna pidió a la periodista y exalumna Lucía Rodríguez que eliminara un vídeo que se había hecho viral donde denunciaba la supuesta inacción de la institución académica ante los casos de dos profesores acusados de abuso (uno de ellos condenado) y otro de vejaciones. Desde la universidad reprochan que se hable de inacción cuando aseguran que sí se han tomado medidas, mientras que la periodista asegura que hizo el vídeo basándose en la información publicada.
La situación surge a raíz de que la alumna Zara Fragoso denunciara formalmente y a través de sus redes que el profesor de Periodismo José Luis Zurita supuestamente vejaba a sus alumnos y no seguía criterios pedagógicos. Su publicación generó una ola de testimonios y de publicaciones, entre ellos el vídeo de Rodríguez, que lo hizo en apoyo a Fragoso.
La periodista comienza la grabación asegurando que la ULL es “una institución donde el miedo, el abuso, el acoso, las amenazas y las humillaciones van incluidas en la matrícula”. En pocas horas tuvo una gran repercusión y ya ha alcanzado a más de 400.000 personas en redes. Desde el rectorado reprochan estas palabras porque aseguran que no se “ajustan a la verdad” y confirman que le solicitaron retirar el vídeo amparados en que sí han tomado acciones ante los tres casos de los que habla la periodista.
Una posible denuncia
Rodríguez apunta que su vídeo se hizo basado en la información que está actualmente publicada en los medios de comunicación y derivó a la universidad a que hablara con dichos medios. Según asegura a Atlántico Hoy en la llamada se le avisó que la universidad podría emprender acciones legales, aunque de momento la ULL asegura que no se plantean denunciar a Rodríguez.
Solo unas horas después de que se publicara el vídeo de la periodista, el rector de la universidad, Francisco García, publicó otro vídeo denunciando “la publicación de contenidos que atentan contra el honor y la reputación” de la institución. Avisaba de forma pública que emprenderían acciones legales contra aquellos que atentaran contra el honor.
La periodista justifica su tono, que puede ser sarcástico, pero defiende que habla de la actualidad, de la misma forma que tiene otros vídeos publicados en sus redes donde también habla de otros temas relativos a las islas. Por ello señala que “yo opino en mi libertad de expresión tanto como persona, como periodista, como activista o como creadora de contenido que (la universidad) es ineficiente o no se ha hecho nada”.
Desde el rectorado reprochan que el vídeo no se debía haber acogido a la información publicada en medios sino que debía haber recurrido directamente a la fuente oficial, que es la Universidad de La Laguna. "Le dijimos que faltaba a la verdad, que tenía errores", apuntan desde el rectorado que apelan a la falta de ética por no haberse puesto en contacto con ellos.
Los tres casos
El vídeo de Rodríguez hace referencia a tres casos polémicos protagonizados por profesores de la universidad: una condena por abusos sexuales, una denuncia por un supuesto acoso y otra denuncia ante la universidad por supuestas vejaciones.
En el caso del profesor condenado, Pedro José Domínguez, la universidad está ultimando el expediente informativo que abrieron una vez se condenó al profesor a 21 meses de cárcel. Una vez la investigación interna finalice, apuntan que se tomarán las medidas que acuerden desde la inspección. Desde entonces el profesor está suspendido de empleo y sueldo como medida cautelar.
El otro expediente abierto es el caso de José Luis Zurita, profesor de Periodismo a quien se le ha abierto un expediente informativo después de que la alumna Zara Fragoso denunciara supuestas vejaciones y arbitrariedad a la hora de corregir los exámenes. La investigación está abierta y tanto Fragoso como otras alumnas ya han dado su testimonio ante la inspección.
En los juzgados
El último caso también tiene que ver con la Facultad de Periodismo, aunque afecta al profesor de Economía Juan Pablo del Río Disdier, quien fue acusado de acosar a una alumna después de enviarle 80 correos invitándole a hacer actividades de ocio, aunque el caso fue sobreseído. Desde el rectorado aseguran a este medio que este caso data desde 2017 y que se remitió a los juzgados, pero los constantes recursos presentados por el profesor dilataron el procedimiento.
Lo último en este caso fue una sanción de dos años y seis meses que presentó la universidad, pero que nuevamente fue recurrida y al ser admitida a trámite la sanción universitaria quedó en suspensión a la espera de lo que dicte el juez. Eso, apuntan, fue en 2022 y en 2023 se iba a celebrar el auto, sin embargo, la huelga de letrados retrasó la vista.
“La universidad sigue a la espera de que se dicte una nueva fecha para celebrar ese auto, entre tanto el procedimiento administrativo interno sí es verdad que ha decaído”, explican. Eso se debería a que la Universidad no solicitó expresamente la suspensión administrativa una vez que el caso llegó a los juzgados, pero recalcan que el caso judicializado sigue activo.