Los veterinarios de Canarias han "echado el cierre" este martes como señal de protesta por la nueva ley de medicamentos que, aseguran, les frenan en el ejercicio de su profesión y pone en riesgo la salud de los animales.
Tanto el Colegio Oficial de Veterinarios de Las Palmas como el de Santa Cruz de Tenerife cerraron de forma simbólica sus puertas de 11:00 a 12:00 horas uniéndose a los veterinarios clínicos de pequeños animales.
María Luisa Fernández, presidenta del Colegio de Santa Cruz de Tenerife, espera que el Ministerio de Agricultura tome cartas en el asunto para no tener que tomar más medidas como movilizaciones.
¿Cuál es el problema?
Ley del medicamento surge como lucha contra la resistencia del antibiótico buscando un uso más adecuado. Con la nueva norma se obliga a comunicar las recetas a través del Sistema Informático Central de Control de Prescripciones Veterinarias de Antibióticos (Presvet) pero con un proceso que se convierte en un problema para los profesionales.
Ya estaba activo desde hace años en animales de producción, pero a partir del 1 de enero también en animales de compañía. "El problema no es el Presvet, es su aplicación, porque la ultima ley del medicamento veterinario restringe mucho el uso que podemos hacer", afirma Fernández en declaraciones a Atlántico Hoy.
Pero de los 93 antibióticos disponibles para animales, para los de compañía hay alrededor de 30 y están más restringidos que para los animales de producción. "Hay una lista de antibióticos y tienen un orden de preferencia para su uso. Solo se pueden utilizar de forma que esté demostrado que hace falta, y tenemos que argumentarlo tardando mucho tiempo", señala.
Sanciones desproporcionadas
Por ello la situación se complica a la hora de elegir un antibiótico. "Hay medicamentos cuya ficha técnica no está adaptada a la realidad científica de hoy en día, y nos tenemos que quedar solo en tratar al animal según dicha ficha", cuenta Fernández.
La presidenta considera que si una ley no puede adaptarse a los conocimientos científicos "vamos mal". En su opinión "no puede ir la ciencia por un lado y la ley por otro", ya que los profesionales aseguran sentirse desprotegidos. "Pedimos al Ministerio que revise la normativa, porque además tiene unas sanciones desproporcionadas que pueden llegar a un millón de euros".
Dificultad en las farmacias
Ante esta cuestión, los veterinarios a nivel nacional han mostrado su preocupación por la incertidumbre que existe por la dificultad de localizar en una farmacia algunos antibióticos.
Desde el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Santa Cruz de Tenerife insisten en que desde las farmacias se está abierto a facilitar la dispensación de los medicamentos veterinarios y se intenta agilizar, pero al carecer de previsión no se puede trabajar con la misma antelación que con medicamentos para humanos.
No obstante apuntan que desde las oficinas de farmacia se intenta buscar solución en coordinación con los veterinarios si se produce una falta de medicamento.