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El principal responsable del 'caso Tradex', Mukesh Daswani / AH

Las víctimas del caso Tradex cobraban en efectivo antes del colapso de la trama

Los afectados relatan en el juicio que recogían sus ganancias en las oficinas de Mukesh Daswani, acusado de una estafa piramidal de tres millones de euros

Varias de las 120 víctimas del caso Tradex, la presunta estafa piramidal que dejó deudas por unos tres millones de euros, han revelado ante la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife que las primeras ganancias las cobraban en efectivo en las oficinas de la entidad dirigida por Mukesh Daswani, principal acusado.

Uno de los inversores declaró que llegó a perder 52.000 euros tras varias operaciones. Aunque al principio recibió un 10% de beneficio, más tarde apenas obtenía entre 500 y 1.000 euros por nuevas aportaciones. Otro afectado explicó que invirtió dinero familiar, incluyendo ahorros de su madre enferma, y que nunca recuperó los 10.000 euros que entregó.

Pagos en metálico y pantallazos falsos

Los denunciantes coinciden en que las primeras inversiones arrojaron beneficios aparentes, pero siempre se cobraban en metálico y en la oficina de Daswani, primero situada en el Parque Bulevar y luego en la calle del Castillo. Aseguran que recibían pantallazos por WhatsApp donde se mostraba el supuesto crecimiento de sus inversiones.

Un testigo añadió que la empresa ofrecía cursos de bolsa y que incluso le propusieron trabajar como comercial. Otro cliente contó que la ampliación de las oficinas generó confianza entre los inversores, que pensaban que el negocio “era sólido y próspero”.

Penas de hasta 12 años de cárcel

La Fiscalía solicita para Daswani 12 años de prisión —ocho por estafa agravada y cuatro por frustración en la ejecución— y nueve años y medio para el segundo acusado. Además, reclama que ambos devuelvan las cantidades defraudadas más intereses, y que la tercera encausada restituya los más de 300.000 euros que habría recibido.

Según el Ministerio Público, los procesados intentaron ocultar bienes y fondos al prever el colapso del sistema, abriendo cuentas en Emiratos Árabes, Lituania y Reino Unido y convirtiendo el dinero en criptomonedas a través de una plataforma radicada en las Islas Seychelles.