Canarias ha sumado 522.478 nuevos habitantes desde el año 2000, según datos del Instituto Canario de Estadística, un aumento explosivo impulsado por la demanda de empleo en el sector turístico que ha tensionado la vivienda, la sanidad, la movilidad y el territorio. Tenerife y Gran Canaria absorben la mayor parte del crecimiento, con carreteras saturadas y un parque inmobiliario incapaz de dar respuesta a la demanda. Los precios de compra y alquiler se disparan, y el acceso a una vivienda se vuelve cada vez más difícil, especialmente para los jóvenes. La sanidad también colapsa, con listas de espera crecientes y una Atención Primaria desbordada. En paralelo, el desarrollo urbanístico tropieza con los límites físicos y ambientales del Archipiélago, lo que agudiza el debate entre conservación y crecimiento. Canarias necesita un nuevo pacto social y territorial que responda al desafío con sostenibilidad, equidad y visión de futuro.