El Archipiélago canario siempre se ha caracterizado por sus microclimas. A pocos metros de distancia, en un mismo territorio, puede haber un sol demoledor y una lluvia horizontal radicalmente opuestas. Con la población sucede una cuestión similar, en pocos kilómetros a la redonda hay territorios colapsados y lugares que se despueblan, lo que abre dos vías diferentes a actuar en lo que se conoce como reto demográfico.
Canarias tiene dos realidades: la realidad del sol y la playa, de la costa y de las zonas metropolitanas, que aglutinan los servicios y cerca de zonas industriales. Y la realidad de las zonas rurales, de los lugares de medianías, más dispersos dependientes del vehículo para acceder a los servicios básicos.
La población
Geográficamente hablando estas realidades se dividen entre las islas orientales y Tenerife, que se diferencian de la situación en La Palma, El Hierro y La Gomera. Aunque en las zonas rurales de todas las islas se da la misma causística de la despoblación. Es decir, cuando se aborda la cuestión del reto demográfico no se aborda como una casuística única del Archipiélago, sino como diferentes realidades a atender, aunque el crecimiento poblacional y la falta de servicios acaparan, por su importancia, el debate.
En esa evolución influye el interés turístico que despierta Canarias y que le sitúa como uno de los territorios europeos más atractivos para invertir en vivienda por parte de europeos. Ya una de cada tres viviendas que se vende en las islas es comprada por extranjeros. Esto tiene una consecuencia directa en los precios y la accesibilidad a la vivienda. Por ello se trabaja en la Unión Europea por establecer un límite en la compraventa.
La densidad
Tal y como sucede con la vivienda, la cuestión radica en cómo el aumento poblacional influye en la vida de los canarios, en si hay servicios básicos cerca, en si los servicios esenciales tienen una contrarespuesta al crecimiento poblacional, el consumo de agua, el uso de transporte, etc. Justo estas cuestiones fueron las que dieron pie a hablar de reto demográfico, siempre con el crecimiento turístico como debate paralelo.
El Observatorio del Reto Demográfico puesto en marcha para estudiar estas cuestiones recoge diferentes datos sobre las infraestructuras y la población. Uno de esos datos es la densidad poblacional. El observatorio recoge como “intensamente poblados” los municipios de Arona, Santa Cruz de Tenerife, San Cristóbal de La Laguna, Arucas, Las Palmas de Gran Canaria, Santa Lucía de Tirajana y Arrecife.
En la contra están los territorios que están sufriendo despoblación, y que también necesitan un enfoque dentro del reto demográfico, como son Garafía, Barlovento, Fuencaliente, El Pinar, Alajeró, Vallehermoso, Hermigua, Agulo, Vilaflor de Chasna, Artenara, Tejeda y Betancuria. Muchos de ellos además cuentan con un alto porcentaje de viviendas vacías, como es el caso de Garafía, donde el 48% de las viviendas están deshabitadas.
En realidad, el porcentaje medio de viviendas vacías en las islas es del 19%, sin embargo, la gran mayoría de los municipios superan este porcentaje, porque el interés habitacional se concentra en determinados puntos de las islas. Los lugares donde menos viviendas vacías hay son Puerto del Rosario, Santa Úrsula, Tegueste, Santa Lucía de Tirajana y Telde.
Desplazamientos diarios
La movilidad también tiene un importante papel en el desarrollo demográfico. Canarias es un territorio con un alto porcentaje de vehículos por habitante y la distribución de población y los servicios obliga en la mayoría de casos a usar el vehículo privado,
El observatorio estima que cada día se realiza una media de 10.377.503 de desplazamientos diarios en las islas, tanto dentro de cada municipio como a otros municipios. La gran mayoría de la isla de Tenerife presenta una “intensa ocupación” de desplazamientos en vehículos, especialmente en la zona metropolitana y en el sur. En Gran Canaria esa intensa ocupación de los desplazamientos se centra en toda la zona este de la isla.
Infraestructuras
Con infraestructuras como los trenes en las islas capitalinas se espera reducir ese intenso uso del vehículo privado. Se estima que en Tenerife solo uno de cada 10 desplazamientos en vehículos se hace a través transporte público, lo que evidencia que las redes públicas no atienden a las necesidades de los usuarios, que optan por el transporte privado.
Pese a ello, el número de carreteras sí que ha continuado en aumento, como la Circunvalación de Arrecife, el Tramo El Risco–Andén Verde, en La Aldea (Gran Canaria), la nueva vía entre Corralejo–La Caldereta (Fuerteventura), las obras en la Circunvalación de la GC-3 (Las Palmas) o los túneles entre Icod–El Tanque, entre otras carreteras puestas en marcha en los últimos años.
Servicios básicos
Justo con la cuestión de la movilidad está el acceso a los servicios básicos. El 49% de la población canaria vive a menos de 15 minutos en coche de los servicios básicos. Sin embargo, el porcentaje se reduce al 39% si el recorrido tiene que ser a pie. Las zonas rurales como Artenara, Garafía, Yaiza o Antigua son las que presentan una menor porcentaje de personas que con conducir tan solo 10 minutos puedan estar tener servicios básicos.
En los servicios básicos está uno de los grandes problemas en el reto demográfico. Si bien los comercios han aumentado, el flujo de mercancías, el número de habitantes y de vehículos, las carreteras y el número de turistas, lo que no ha conseguido aumentar de la misma forma son los servicios sanitarios.
Pese al aumento de población, Canarias ha perdido cerca de 2.000 camas hospitalarias. Frente a las cerca de 8.000 que había a comienzos de siglo hoy el dato está en torno a las 6.000 camas totales, de las cuales solo 4.418 pertenecen al sistema público. Además, el Archipiélago es una de las comunidades con mayores listas de espera, tanto en las listas quirúrgicas como para ver a un especialista.