Loading...
Accidente de Los Rodeos|RADIO TELEVISION CANARIA

El accidente de Los Rodeos, en Tenerife, sigue siendo el peor en la historia de la aviación

Este 27 de marzo se cumplen 48 años del desgraciado accidente de Los Rodeos en el que fallecieron 583 pasajeros de los 2 Boeing 747

En torno a las cinco de la tarde, una fuerte explosión, seguida de humareda y de un fuerte olor a carne quemada, invadió la zona de Los Rodeos. Vecinos de la Esperanza, los Baldíos, Aguagarcía y aledaños´, instintivamente, corrieron hacia al aeropuerto de Los Rodeos sin imaginar el terrible suceso que acababa de ocurrir en aquel domingo lluvioso, 27 de marzo de 1977, y la imagen dantesca que se mostraría ante sus ojos.

La televisión detuvo su emisión: dos Boeing 747 habían colisionado en las pistas del aeropuerto y comenzaron a sucederse las peticiones. Se necesitaba sangre de todo tipo y se pedía al personal sanitario, de vacaciones o de libranza el fin de semana, que acudiera urgentemente a su puesto de trabajo en los distintos centros hospitalarios de la isla, lugares a los que iban siendo derivados los heridos.

La isla convulsionó con la tragedia

La carretera general del Rosario, en dirección a la Residencia -hoy Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria (HUNSC)-, se convirtió en testigo ruidoso de los hechos: una innumerable cantidad de vehículos privados, a toque de bocina y pañuelo blanco agitado por la mano de alguien a través de una de las ventanillas, avisaba de la tragedia y pedía vía libre.

El Cine Fraga (ya desaparecido), que lindaba con el HUNSC, proyectaba “¿Quién puede matar a un niño?” en su sesión de tarde, pero muchos de los jóvenes que iban a asistir a la proyección optaron por ir a ayudar a sacar a aquellas personas quemadas y mutiladas, en algunos casos, para que fuesen asistidas en los servicios de urgencias.

Suceso

Dos de los aviones más grandes y modernos de la época,  dos Boeing 747, colisionaron en la pista de despegue en el aeropuerto de Los Rodeos, en la isla canaria de Tenerife, hace 48 años, cobrándose la vida de 583 personas y, casi cinco décadas después, este accidente sigue copando la primera posición del registro de Aviation Safety Network (incluye los 100 peores sucesos de aviación con mayor número de muertes). 

Solo 61 personas pudieron sobrevivir a la catástrofe. La gran mayoría de víctimas falleció en el momento del impacto, otras muchas murieron después a causa de las graves heridas.

Una concatenación de sucesos llevó a la gran tragedia aérea

En 1977, Canarias, como toda España, se encontraba en plena transición hacia la democracia. Eran frecuentes por entonces las protestas y actos de rebeldía, nada pacíficos en muchos casos.

El cúmulo de hechos ocurridos aquel día generó la casuística del lugar del accidente, haciendo que la isla de Tenerife entrara en la ecuación del luctuoso siniestro.

Ninguno de los vuelos tenía como destino Tenerife

Uno de los vuelos, el 4805 de KLM, había despegado de Amsterdam en la mañana del 27 de marzo con destino a Gran Canaria. El otro vuelo, PANAM, había salido de Nueva York, también con destino a Gran Canaria

Aquel día una bomba de la organización terrorista e independentista canaria MPAIAC estalló en una de las dependencias del edificio terminal del aeropuerto de Las Palmas, resultando una persona herida y numerosos daños, lo que ocasionó el cierre de las instalaciones aeroportuarias y desvío de vuelos a Tenerife.

Aterrizaje e intento de despegue en Tenerife

El vuelo procedente de Amsterdam aterrizó en la instalación tinerfeña pasadas las 13:30, pudiendo bajar el pasaje con la condición de “pasajero en tránsito”. El vuelo que llegaba de Nueva York lo hizo a las 14:15, manteniéndose el pasaje dentro de la aeronave hasta que obtuviese permiso para volar al destino inicial.

Finalmente el aeropuerto de Las Palmas fue abierto y se empezó a reordenar el tráfico aéreo, aunque el avión de Amsterdam bloqueaba la pista de despegue al no estar preparado para iniciar el vuelo. 

Intento de despegue

Durante la espera, el vuelo de Amsterdam repostó 55.000 litros de combustible con el fin de no retrasarse aún más en el aeropuerto de Gran Canaria, obteniendo la autorización para situarse en posición de despegue a las cinco de la tarde aproximadamente. 

A la vez, el avión de Nueva York fue instruido para continuar por la misma pista del anterior y abandonarla por la tercera salida, pero sin saber por qué, la tripulación se saltó la salida tres y se aproximó a la salida cuatro. Y llegó el catastrófico impacto.

Conclusiones

Según la versión oficial del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, se deduce que el Comandante del KLM 4805, vuelo de Amsterdam, despegó sin autorización, no obedeció el "standby for take-off..." (espere para despegar)  de la torre y no interrumpió el despegue al decir el PANAM que todavía estaba en la pista.

El informe también alude al estado anímico del piloto, al estado meteorológico de densa niebla del aeropuerto tinerfeño y, además, efectuarse dos transmisiones al mismo tiempo. El "standby for take-off..." de la torre de control coincidió con el "we are still taking down the runway" (todavía estamos en pista) de PANAM, lo que hizo que la transmisión no llegara con toda la claridad que hubiera sido de desear

48 años después

Casi cinco décadas después, la población tinerfeña sigue recordando la tragedia y muerte de las 583 personas, víctimas del peor accidente de aviación de la historia.

Los restos del fuselaje de ambas naves siniestradas han sido utilizados para diferentes obras de arte que recuerdan a residentes y visitantes lo que nunca debió haber ocurrido en Los Rodeos. En este sentido es necesario mencionar la Escalera de caracol de Mesa Mota o el Crucifijo de la iglesia de la Cruz del Señor.