A pesar de las lluvias de las últimas semanas, las consecuencias de la sequía siguen latentes prorrogando la Emergencia Hídrica en Tenerife, a lo que se suma el descenso del agua subterránea a pesar de que sigue suponiendo un 80% del consumo en la isla.
Las precipitaciones son un alivio especialmente para el sector agrícola, y más si se unen a unas temperaturas acordes a la época del año. En comparación a otras épocas las balsas, por ejemplo, se están recuperando y albergando unos niveles que son positivos para el verano.
Roza un 16%
El Consejo Insular de Aguas de Tenerife (CIATF) alertaba que, con el efecto de la sequía, se había detectado que los caudales de agua subterránea descendieron de media de un 6 a un 10 por ciento, llegando en los casos de algunas galerías a un 16%.
El secretario general de Asaga Canarias, Theo Hernando, apunta que a pesar de ello las aguas subterráneas representan un 80% del consumo en la isla. "Con estas lluvias seguramente habrá una recuperación del acuífero, aunque obviamente se necesita un proceso largo por todos estos años de sequía", valora.
Sobre todo, señala Hernando, haría falta una nevada que ayude a filtrar el agua que se va derritiendo, ya que se aprovecha más que la caída de una gran cantidad de lluvia en un solo instante.
Factores
Según recogen los antecedentes de la justificación de la prórroga de la Emergencia Hídrica publicados a principios de este 2025, a consecuencia de la sequía se ha producido un descenso importante de las reservas hídricas, sumándose un aumento de la demanda.
Cabe recordar que una emergencia hídrica se declara en caso de descenso grave de los caudales disponibles o de las reservas hídricas, producido por circunstancias previsiblemente transitorias que pongan en peligro la producción y el abastecimiento de agua en una isla o zona.