El principal encausado del conocido como caso Tradex, Mukesh Daswani pasó de estar en el paro en enero de 2021 a llegar a manejar cerca de tres millones hasta julio de 2022 cuando colapsó la supuesta trama piramidal que afectó a casi 200 inversores.
Investigadores de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) en Tenerife analizaron en la sesión que tuvo lugar este miércoles las cuentas de la entidad y constataron el elevado nivel de vida de los tres acusados: Daswani, su pareja y Francisco Imobach.
Este último en realidad acudió a presentar una denuncia en agosto de 2022 cuando saltó a la luz la supuesta estafa pero al final figura como procesado y aunque asegura que apenas fue un colaborador, los investigadores creen que actuó siempre como un “socio relevante”.
Bolsos, joyas y coches
En este año y medio se certificaron gastos de hasta 50.000 euros en alquiler de oficinas, 20.000 en bolsos, 260.000 en coches de alta gama, 20.000 en viajes, casi 6.000 en hoteles, 100.000 en joyas y 140.000 euros en el alquiler de un chalet.
Los peritos indicaron que en este tipo de casos resulta muy importante ofrecer una imagen de solvencia y lujo, lo que les otorga credibilidad a la hora de convencer a los posibles inversores.
A finales de 2021, apenas un año después de haber capitalizado 10.000 euros del paro, en las cuentas de Daswani ya figuraba un saldo de 262.000 euros pero por la matriz circularon en todo este tiempo los casi 3 millones de euros que ahora se reclaman.
El rastro del dinero
Los agentes que actuaron a la vez como peritos y testigos constataron un movimiento circular de dinero entre los distintos depósitos bancarios de los involucrados, uno de los cuales se situaba en Lituania.
En realidad Tradex “nunca existió como sociedad”, dado que no aparecía registrada en el mercado de valores, requisito que se impone a las entidades que operan en bolsa ni tampoco en el registro mercantil.
Desaparecido
La pareja de Daswani en su declaración mantuvo que el mismo día en el que colapsó todo el entramado y comunicó a los trabajadores que no tenían dinero, lo acompañó hasta las ramblas y jamás lo volvió a ver.
Por esas fechas los policías detectaron que se estaban llevando a cabo movimientos en las cuentas bancarias compatibles con estar preparando una huida, tal y como hizo Daswani quien fue detenido en Dubai.
Afectados
Poco después unas doscientas personas comienzan a poner denuncias por sentirse estafadas y entre los engaños citan que las supuestas pruebas de que sus inversiones estaban alcanzando los beneficios prometidos del 30 y 50%, “sólo eran pantallazos” sin ningún dato personal.
En la detención fue decisiva la colaboración de la Interpol tras emitirse una orden internacional de busca y captura y también por esas fechas Daswani contrata a un prestigioso bufete de abogados en Inglaterra por 64.000 euros.
Cada uno de los encausados tenía cuentas a su nombre y luego había otras de la empresa entre varias más, alguna en paraísos fiscales, por las que transitaban cantidades importantes de dinero y fue habitual el uso de criptomonedas.